Holywins, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Halloween es una fiesta con mucha promoción en los medios de comunicación que tratan de vender que es un día de fiesta y diversión para los niños y para todas las personas diciendo que vivirán un día especial de fantasía; mientras tanto los comerciantes apuestan a ellas porque la transforma en un importante medio de ventas.
Halloween es la víspera de la fiesta católica de Todos los Santos a la que sigue el Día de los Difuntos, pero sobre todo Halloween es la fecha principal del calendario de las brujas y de los satanistas. Los verdaderos brujos y brujas, así como los practicantes del ocultismo, consideran el 31 de octubre como un tiempo sagrado y poderoso, ese día se hace el aquelarre más solemne e importante de las brujas y señala el comienzo del año nuevo satánico.
Mientras tanto, ese día suceden más desapariciones de personas que en cualquier otro día del año junto a cantidad de denuncias, de agresiones y violaciones.
Amigos Halloween no es una fiesta inocente, ese día las y los brujos tienen más poder, realizan ritos con sacrificios honrando al dios de la muerte, eligen la reina de las brujas en la iglesia de la magia negra, usan símbolos cristianos al revés, se inculca miedo, terror, se realiza brujería y una serie de ritos totalmente contrarios al cristianismo y donde no hay referencia a Dios sino al diablo. Esto es parte de lo que sucede en el nivel más profundo y oculto a la inmensa mayoría de las personas.
En lugar de celebrar lo demoníaco, ¡celebremos Holywins!, fiesta que se está difundiendo por el mundo entero rescatando la fiesta para el cristianismo.
Holywins, es un juego de palabras que significa «la santidad vence»; la similitud fonética con la palabra Halloween no es casual pues holywins tiene la pretensión de ayudar a reforzar la fiesta cristiana de todos los Santos ante el eclipse cada vez mayor que quieren que sufra por la potente implantación de la fiesta pagana de Halloween.
Como cristianos no queremos compartir el culto a la muerte y la exaltación de lo monstruoso, lo feo que trae consigo. Lo propio de los cristianos es celebrar el triunfo de la vida, promover la belleza y el bien. Frente a los disfraces de muerte viviente llenemos las escuelas y las calles de niños disfrazados de ángeles y de santos, que son los héroes cristianos que supieron vivir de acuerdo a los mandatos de Dios y enseñaron que la vida es hermosa, que su meta es el cielo, que enseñaron que todos podemos ser santos y que estamos llamados a compartir la mayor felicidad, que es la de pasar a vivir en el cielo.
Los Santos ya alcanzaron la gloria del cielo, que nuestros niños conozcan la vida de ese santo del que se están disfrazando, que salgan por la calles cantando canciones, alabando a Dios, pidiendo caramelos, repartiendo estampitas de santos.
Aprovechemos el 31 de octubre para hacer énfasis en asistir a misa, en rezar el Rosario junto con la oración a San Miguel Arcángel de manera de combatir con la Eucaristía y la oración la maldad a nuestro alrededor. Amigos, combatamos la maldad, lo feo, lo oscuro, con la bondad, lo bello, lo alegre porque así quiere Dios que vivamos y con Dios ¡siempre ganamos!
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