Hace 36 años Juan Pablo II visitó por primera vez a Venezuela
Con información de Unión Radio
El 26 de enero de 1985, el Papa Juan Pablo II (hoy San Juan Pablo II), arribó por primera vez a Venezuela, convirtiéndose en el primer pontífice en visitar el país. Fue recibido por miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana de aquella época, y por el entonces presidente, Jaime Lusinchi.
A su bajada del avión, no conforme con pisar suelo venezolano, lo besó.
Tras llegar al aeropuerto de Maiquetía y luego de escuchar el Himno Nacional y el Pontificio, Juan Pablo II dirigió sus palabras de salutación:
“Me alegra poder encontrarme en persona con los habitantes de esta nación venezolana, que desde el primer momento me reciben con el gran sentido de acogida y hospitalidad que los distingue (…) Me complace particularmente que las finalidades de mi visita hayan encontrado un eco anticipado en la gran Misión Nacional, con la que tan numerosos agentes eclesiales han buscado no sólo renovar la fe, sino renovar el país por la conversión del corazón”.
Su visita duró tres días y lo llevó por Caracas, Maracaibo, Mérida y Ciudad Guayana.
En la capital participó en un acto especial en el Estadio Olímpico de la UCV, junto a jóvenes de todo el país. A ellos les expresó con gran cercanía, que en su visita apostólica “no podía faltar el encuentro, que tanto he deseado, con la gente joven de un joven país como es Venezuela”.
“Ante esta situación difícil, alguno podría ceder a la fácil tentación de la huida, de la evasión”, les comentó a los jóvenes, en respuesta a las inquietudes que le manifestaban. “Frente a todo ello y a pesar de ello, habéis de salvar la esperanza, a la que os alienta vuestra misma condición de personas que se abren a la vida. Esa esperanza que tenéis de superar la situación recibida, de dejar para el futuro un clima religioso, social y humano más digno que el actual”
Ciudad Guayana lo recibió el 29 de enero, en donde celebró la Eucaristía en Alta Vista. Fue allí también donde, durante su visita, un niño de nombre Adrián Guacarán, ofreció un canto en su honor, “El Peregrino”, canción que se volvió muy querida para los venezolanos.
La tarde de ese mismo día, culminó su XXVI viaje apostólico y el sexto a Latinoamérica, al regresar a Caracas para tomar el vuelo a Ecuador.
Antes de partir, compartió sus palabras de despedida: “Que el recuerdo de unos momentos vividos en el mutuo afecto, sea el clima en el que germinen frutos de fe renovada en cada corazón cristiano. El Papa, al marchar, os reitera la gran consiga de vuestra Misión Nacional: Venezolano, renueva tu fe. Y llévala a tu vida personal, a la familia, al empeño por la justicia, a la solidaridad con el pobre y con quien sufre. Marcho con la esperanza de que así será”.