Fray Junipero Serra, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

Miguel José Serra, mejor conocido como Fray Junipero, nació en España en 1713, desde niño sabía que la fe católica era de gran importancia y su infancia estuvo influenciada por la espiritualidad franciscana, la cual convirtió en su forma de vida.

El 15 de septiembre de 1731 Miguel José hizo sus votos perpetuos en la orden franciscana y eligió el nombre de Junipero, se convirtió en misionero franciscano y fue a vivir en la población indígena de San Carlos, en México.

A su llegada en barco, a finales de 1749 sus tareas lo ayudaron a conocer a personas y a buscarlos a donde ellos estuviesen. San Junipero dedicó tiempo a aprender el idioma otomí con el fin de servir mejor a la comunidad y fortalecer aún más su llamado al trabajo evangélico.

A través de la gracia del Espíritu Santo y de muchos años de arduo trabajo, Fray Junipero Serra estableció nueve misiones que se extendieron por la costa este de la California actual en Estados Unidos. Por donde iba, llevaba la eucaristía, pues la eucaristía es Jesús real y personalmente presente en el pan y el vino que el sacerdote consagra.

Cristo está verdaderamente presente entre nosotros en la eucaristía, su presencia no es estatica, es una presencia dinámica, que atrapa para hacernos suyo, para asimilarlo. Cristo atrae hacia él y hace que salgamos de nosotros mismos para hacernos uno con él, de esta manera también integra a todas las personas. La comunión con el señor es siempre una comunión con nuestros hermanos y hermanas.

El Cristo que encontramos en el sacramento de la eucaristía es el mismo en todas partes del mundo, es el mismo cristo que está presente en el pan eucarístico en todos los lugares de la tierra, esto significa que solamente podemos encontrarnos con él junto con todos los demás, sólo podemos recibirlo en unidad.

Y la consecuencia es clara amigos, no podemos comunicarnos con el señor si no nos comunicamos entre nosotros, si queremos presentarnos ante él, también debemos dar un paso hacia el encuentro con las demás personas, por eso debemos aprender la gran lección del perdón, no debemos dejar que las caricias del resentimiento trabajen en nuestra alma sino que debemos abrir nuestro corazón a la magnanimidad de escuchar a los demás, abrir nuestro corazón para comprenderlos y finalmente para aceptar sus disculpas y ofrecer generosamente las nuestras.

Las visiones fundadas por Fray Junipero Serra, junto con otras personas establecidas en las primeras décadas del siglo XIX se extendieron a la Bahía de San Francisco conformando el llamado hoy “camino real”.

La severa actitud de Serra frente a las autoridades militares y en defensa de los indígenas de los territorios conquistados lo llevó a enfrentarse con todos los comandantes militares que trató. El profundo respeto que despertó más adelante, su labor se ha mantenido hasta nuestros días.

Fray Junipero Serra murió en la misión de San Carlos Borromeo, en Monterrey el 28 de agosto de 1784, fue beatificado en 1988 por el papa Juan Pablo II y canonizado por el Papa Francisco en el año 2015, se le conoce como el padre fundador de California en la costa oeste de Estados Unidos porque llevó a Dios por toda esa zona consciente de que con Dios ¡siempre ganamos!