+ FOTOS | La estrecha relación de Castro con el mundo de los deportes
Redacción 800 Noticias / ESPN
Fidel Castro murió a los 90 años y desde 1959, cuando tomó el poder en Cuba, el deporte olímpico y el béisbol crecieron de gran manera.
Además, siempre tuvo una relación estrecha con el campeón del mundo, Diego Armando Maradona, quien siempre lo defendió a capa y espada, y alguna vez retó a Muhammad Ali a que lo golpeara.
Durante la jefatura de Castro en la isla se llevaron a cabo un total de 15 justas olímpicas y su país se colgó un total de 77 medallas de oro, 65 de plata y 71 de bronce.
En el boxeo destacaron grandes púgiles como Teófilo Stevenson, quien ganó tres preseas áureas consecutivas, al igual que en el atletismo con su máximo exponente Alberto Juantorena, quien ganó las carreras de 400 y 800 metros.
Pero el camino del béisbol cubano cambió de gran manera por el gran gusto que tenía Castro por este deporte, pues en su época escolar fue pitcher.
Fue en Barcelona 1992, cuando la selección cubana de béisbol se colgó la medalla de oro al derrotar a Estados Unidos, luego de que un año antes, en 1991, albergaron los Juegos Panamericanos.
Fue a principios de este año, cuando se renovaron las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, gracias en parte a un encuentro entre los Mantarrayas de Tampa Bay y la selección cubana.
Fidel no estuvo de acuerdo con la renovación de relaciones diplomáticas entre las dos naciones y tres días después de ese partido, escribió en una columna: “No necesitamos que el imperio nos dé nada”.
La relación entre Maradona y Castro siempre fue estrecha y alguna vez el argentino lo definió como “el más grande de la historia”. Cuando el líder revolucionario estaba en condiciones críticas, el futbolista le mandaba cartas a Cuba y alguna vez las hizo públicas.
“Fidel, si algo he aprendido contigo a lo largo de años de sincera y hermosa amistad, es que la lealtad no tiene precio”, le escribió el 15 de enero de 2015.
También en 1996 recibió en Cuba a la leyenda Muhammad Ali, fallecido en junio del presente año, en una visita que marcaba historia por la relación entre los caribeños y los estadounidenses, que pasaba por un mal momento histórico.
Cuando Ali visitó la isla a raíz de que la Cruz Roja Internacional organizara un viaje humanitario a Cuba, el elegido fue el púgil norteamericano para liderar la delegación. Castro le pidió a ‘El más grande» que le pegara. “Golpéame aquí, dale”, le dijo señalándole la mandíbula.