Fiesta del Dulce Nombre de la Virgen María, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
En la historia de la salvación es Dios quien impone o cambia el nombre de los personajes a quienes destina a una misión importante; a Abram le cambió el nombre por Abraham, que significa padre de muchas naciones, a Saraí por Sara, madre de reyes, a Jacob por Israel que significa fuerza de Dios, a Simón le dijo: “tú te llamas Simón y en adelante te llamarás Pedro, que significa Piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi iglesia”.
Algo diferente pasó con la virgen María, quien vino al mundo con la misión más alta, ser la madre de Dios y sin embargo Dios no le cambió el nombre, se llamó simplemente María y cumplió todos esos significados pues como reina y señora la llamarán todas las generaciones.
María, joven mujer, virgen, ciudadana de su pueblo, esposa y madre, esclava del señor, dulce mujer que recibe su niño en las condiciones más pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna.
María valiente, que no temió el tener que huir a Egipto para salvar a su hijo, compañera del camino, firme en interceder ante su hijo cuando vio el apuro de los novios en Caná, mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada de dolor de la cruz de su hijo y recibiendo en sus brazos su cuerpo muerto.
María es el sostén de la iglesia, en sus primeros pasos con su maternidad abierta a toda la humanidad, humana, decidida, generosa, fiel y amiga, fuerte y confiada, inmaculada, madre, estrella de la evangelización.
El evangelista San Lucas revela el nombre de quien va a ser la madre de Dios y su nombre era María, que en hebreo es Miriam, que significa señora, princesa. Significa también estrella del mar, feliz puerta del cielo, como canta el himno Ave María Stella.
El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras del Mar guardan semejanza fonética con María, también tiene relación con Mirra, una hierba que produce incienso y perfume.
En 1683, el Papa Inocencio XI declaró oficial la fiesta que se realizaba en el centro de España durante muchos años atrás, y que era llamado “El Dulce Nombre de María”, fue instituida como una gracia por el levantamiento de sitio a Viena y la derrota de los turcos a Juan III Sobieski, rey de Polonia.
La primera diócesis que celebró oficialmente en España la fiesta del dulce nombre de la Virgen María, fue en Cuenca en 1513 y desde allí se extendió por toda España. El libro del cantar de los cantares dice “en la asunción de María los ángeles preguntan tres veces, ¿Quién es esta que sube en el desierto con columna de humo? ¿Quién es esta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es esta que sube del desierto rebosando las delicias?”
La fiesta del Dulce Nombre de María se celebra el 12 de septiembre, encomendemos a Dios a través de la intercesión de la Virgen María, las necesidades de la iglesia, démosle gracias por su protección y sus innumerables beneficios, en especial los que se reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María, porque ella es la madre de Dios ¡y con Dios siempre ganamos!