Fernando Alonso por fin vuelve a sonreír en Hungría
Budapest, Hungría | AFP | Mientras su sustituto en Ferrari Sebastian Vettel lograba su segunda victoria de la temporada en el Gran Premio de Hungría, Fernando Alonso encontraba motivos para la sonrisa por primera vez en muchos meses, al finalizar quinto con su McLaren el domingo en el circuito de Hungaroring.
Partiendo desde la 15ª posición en la parrilla de salida, después de una clasificación en la que no pudo finalizar debido a que su motor se rompió al borde la pista, el doble campeón del mundo (2005 y 2006) fue capaz de remontar diez puestos superando a muchos de los jóvenes pilotos que le han robado el protagonismo esta temporada.
A tres días de cumplir 34 años, Alonso fue capaz de gestionar con algo de suerte la salida del coche de seguridad, después de haber cambiado de neumáticos un poco antes.
«Fue una gran carrera y una quinta plaza en la meta en un bonito regalo para todo el equipo, incluso si no hemos sido tan competitivos como nos gustaría», resumió Alonso.
Desde el Gran Premio de Singapur 2014, cuando fue cuarto a los mandos de un Ferrari, el asturiano no había entrado en el Top-5. Su último podio fue hace justo un año en Hungría (2º).
«En el calendario hay un puñado de circuitos en los que sabemos que nuestro nivel puede ser mejor: Mónaco, Singapur y aquí en Hungría. Sabíamos que teníamos que aprovechar al máximo este día y ha sido lo que hemos conseguido. Fue una carrera caótica y pudimos aprovechar la mínima oportunidad», añadió el español.
Al final de su alocución Alonso recordó la figura de Jules Bianchi, fallecido el 17 de junio, al que tenía mucha estima por los entrenamientos que compartieron en Maranello.
– Pilotó para Bianchi –
«No ha sido un fin de semana fácil para nadie. El minuto de silencio antes de la salida fue muy emotivo. Fue muy duro subir al coche justo después. Hemos respetado nuestro deporte y hemos respetado a Jules», señaló.
Alonso, considerado uno de los mayores talentos de la Fórmula 1 a pesar de que hace casi una década que no gana el Mundial, homenajeó al francés con una exhibición de pilotaje.
Ahora queda por saber si la buena actuación del McLaren de Alonso fue una anécdota o si realmente el coche ha mejorado e irá a más en los nueve grandes premios que restan hasta el final de la temporada.
Antes del bonito colofón del domingo, Alonso se había mostrado menos optimista el sábado, cuando terminó la clasificación empujando su McLaren en la pista, una precisa metáfora de la frustrante temporada que está viviendo.
«La Fórmula 1 me divertía más antes. Teníamos más libertad para hacer ensayos privados y mejorar el coche. Podíamos encontrar soluciones en carrera para ser más competitivos», dijo.
Desde su regreso a McLaren, Alonso ha insistido en que tiene una «motivación enorme» y un «proyecto fantástico», aunque a veces, como el sábado, le traicionan los duros días que le está tocando vivir con la escudería inglesa.
Entonces el español parece que busca cambiar de aires. Por ejemplo seguir a su amigo Mark Webber y probar en pruebas de resistencia.
«Tengo la tentación de probar fuera. Me gusta el automovilismo, amo todas las categorías», confesó el sábado.
En 2014, cuando todavía era piloto de Ferrari, acudió a las 24 Horas de Mans… Aunque sólo fue para dar la salida.