Exsecretario general de la FIFA y presidente del PSG acusados de corrupción
EFE
La Fiscalía General de Suiza ha formulado una acusación formal contra el exsecretario general de la FIFA, Jerome Valcke, y Nasser Al-Khelaïfi, presidente del París Saint Germain, con negocios relacionados con los derechos de transmisión de eventos deportivos, en particular mundiales de fútbol y Copas de las Confederaciones.
La entidad pública anunció hoy su decisión y precisó que Valcke es acusado de «corrupción pasiva, gestión desleal múltiple y calificada y falseamiento de títulos».
El segundo acusado, Nasser Al-Khelaïfi, director del grupo BelN Media, una cadena deportiva y de entretenimiento con sede en Doha, y actual presidente del PSG. Hay además otro empresario acusado, cuya identidad es mantenida en reserva por la Fiscalía.
A ambos se les reprochan actos de «instigación a la gestión desleal calificada cometida por Valcker, mientras que en el caso del acusado no identificado se agrega el cargo de «corrupción activa».
Según el acta de acusación, «entre 2013 y 2015 Valcke utilizó su influencia como secretario general de la FIFA a favor de socios mediáticos de su preferencia en los procesos de atribución de los derechos de transmisión» para Italia y Grecia de importantes eventos futbolísticos previstos en el periodo 2018-2030.
A cambio, el ejecutivo de la FIFA recibió tres pagos por un valor de 1,25 millones de euros, informó la Fiscalía.
Otro elemento de la investigación que dio a conocer es que Valcke obtuvo el reembolso de un adelanto de medio millón de euros por una casona en Cerdeña, una vez que Al-Khelaïfi la hubiese comprado a través de una sociedad en lugar de Valcker.
Posteriormente, el secretario general de la FIFA -el segundo puesto interno más importante de la organización después del presidente- obtuvo de Al-Khelaïfi el derecho de disfrute exclusivo de la propiedad durante 18 meses, hasta que fue suspendido de su cargo.
Durante ese tiempo no pago ningún alquiler, que acumulado hubiera significado un mínimo de 900.000 euros y un máximo de 1,8 millones.
Sin embargo, los arreglos entre Valcker y Al-Khelaïfi no podrán ser perseguidos por la Fiscalía debido a que la propia FIFA retiró su denuncia penal contra el segundo y en parte de la que había formulado contra el primero porque dice haber llegado a «un arreglo amistoso» con el empresario árabe, cuyo detalles no ha comunicado.
De acuerdo a la legislación suiza, «la corrupción entre personas privadas es en este caso concreto un delito que se persigue en base a una denuncia, por lo que su retiro implica que no se cumple una de las condiciones para que el procedimiento penal continúe», explicó la Fiscalía.
Por esta razón, la entidad ha clasificado esta parte del caso.
Sin embargo, queda en pie la investigación de los 1,25 millones de euros recibidos por Valcke por parte del tercer acusado.