¿Existe el purgatorio?, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por María García de Fleury

Cuando morimos nuestras almas son juzgadas inmediatamente por Cristo en lo que se llama el juicio particular, que refiere la vida de la persona a Cristo, y en ese momento cada uno recibe su retribución eterna, o bien la entrada en la bienaventuranza del cielo mediante una purificación o inmediatamente o la condenación inmediata y eterna.

El Purgatorio es ese periodo de purificación antes del cielo, aunque no siempre se entiende bien, sigue siendo una parte muy importante de la doctrina católica. Durante nuestra vida humana aceptamos o rechazamos la oferta de la gracia divina, el purgatorio es simplemente un estado de transición para aquellos que han merecido el cielo pero todavía tienen aspectos de su alma que aún no están completamente purificados.

El Purgatorio es donde ocurre esa purificación después de la muerte, quienes están en el purgatorio se llaman almas benditas del purgatorio. El Purgatorio tiene raíces profundas en las sagradas escrituras así como en la tradición católica, la fe fe plena y viva de los apóstoles recibida de Cristo.

Entre los judíos ha habido siempre la práctica de la oración por los muertos, como se menciona en el libro de los Macabeos que dice: «Por tanto, Judas Macabeo hizo expiación por los muertos para que pudieran ser librados de sus pecados». Los primeros cristianos continuaron esta práctica, desde el principio la iglesia ha honrado la memoria de los muertos y ha ofrecido oraciones en sufragio por ellos, sobretodo el sacrificio eucarístico, para que así purificados puedan alcanzar la visión beatífica de Dios.

Cristo se refiere al pecador que no será perdonado ni en este siglo y ni en el venidero de acuerdo al capítulo 12 de San Mateo, sugiriendo que uno puede ser liberado después de la muerte de las consecuencias de sus pecados. De manera similar, esta pena no puede referirse a la consignación al infierno porque nadie se salva de allí, nadie sale del infierno, y el cielo no puede significar porque ya no hay sufrimiento, fuego.

Solamente la doctrina Católica puede explicar este pasaje. Las inscripciones en las paredes en las tumbas en las catacumbas dan testimonio de las creencias de muchos de los primeros cristianos en el purgatorio. Las palabras de los apóstoles en el nuevo testamento hablan claramente de ser probados por el fuego.

San Pablo advierte que si alguien construye sobre el verdadero fundamento de Cristo pero no se preocupa de hacerlo bien, se salvará pero como por fuego.

Aunque la palabra purgatorio no se encuentra en ninguna parte de las escrituras esto no niega su existencia, el hecho de creer en el purgatorio siempre ha sido parte de la enseñanza de la iglesia.

Amigos, los que están en el cielo no necesitan oraciones y nadie puede ayudar a los que están en el infierno, este versículo ilustra tan claramente la existencia del purgatorio que en la época de la reforma los protestantes tuvieron que eliminar los libros de los Macabeos de sus Biblias para evitar aceptar esta doctrina.

La virgen María intercede por las almas del purgatorio, las oraciones por los muertos y la consiguiente doctrina del purgatorio han sido parte de la verdadera religión desde antes de la época de Cristo, para que todos ellos puedan acercarse a Dios, porque con Dios ¡siempre ganamos!

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