Etiquetado nutricional: la información que debe aparecer - 800Noticias
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EFE Salud

Grasas, hidratos de carbono, sal, fibra…los alimentos están compuestos por varios macro y micronutrientes que hacen que estos sean más o menos sanos. Para aprender a distinguirlos, El Bisturí, desde ´El Abecedario de la Nutrición´, de la mano de Laura González, responsable de salud y nutrición de Nestlé, ha analizado el etiquetado nutricional.

La información que debe figurar siempre

El etiquetado nutricional es obligatorio en la Unión Europea desde diciembre de 2016. Se debe indicar el contenido de energía, las grasas totales y saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal por cada 100 gramos de producto.

También, aunque no es obligatorio, el contenido se puede expresar por porciones de consumo, siendo obligatorio indicar el porcentaje de cada nutriente en relación al valor de referencia de nutrientes para una persona con un gasto energético estimado de unas 2.000 kilo calorías diarias.

Etiquetado frontal

En la Unión Europea el etiquetado frontal es voluntario y el reglamento de información al consumidor que lo regula lo considera un complemento al etiquetado nutricional obligatorio.

En cualquier caso, la OMS recomienda su adopción para fomentar que la población tome un papel activo en la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición. Puede ser una vía para reducir el consumo de grasas saturadas, azúcar o sal, y para facilitar la elección de opciones más saludables.

Entre los sistemas de etiquetado frontal del mercado europeo destacan el semáforo nutricional, Nutriscore, Keyhole y las GDA.

Nutriscore

Es un esquema voluntario de etiquetado frontal que clasifica los alimentos y bebidas de acuerdo con su perfil nutricional.

Este sistema de clasificación de 5 colores va desde el verde, que sería la mejor calidad nutricional, al naranja oscuro, que sería la peor. Los colores están asociados además a una escala de cinco letras de la A a la E.

Ha sido desarrollado por las autoridades francesas de salud pública, y el Ministerio de Sanidad español manifestó en noviembre de 2018 su apoyo al mismo. En estos momentos estamos a la espera de que el Ministerio finalmente lo valide para implementarlo en España.

¿Qué parámetros tiene en cuenta?

La calificación del producto se basa en un algoritmo científico. Este toma como referencia la cantidad de 100 gramos , o mililitros en el caso de las bebidas, de producto y evalúa los elementos que son considerados negativos -aporte calórico, azúcares totales, grasas saturadas y sodio- y los positivos -frutas, verduras, fibra y proteínas-.

El número que se obtiene de restar esos elementos “positivos” a los “negativos” da lugar a una calificación final que, cuanto más verde sea, mejor calidad nutricional denotará.

Este sistema de etiquetado frontal está orientado a comparar alimentos de una misma categoría. Por ejemplo, en el caso de los lácteos, el queso o el yogur no serían comparables pues, a pesar de pertenecer al mismo grupo de alimentos, son diferentes en cuanto a perfil nutricional.

Algunas aplicaciones móviles utilizan Nutriscore como información de soporte para valorar los alimentos, aunque añaden además otros criterios.

En cualquier caso, desde las diferentes asociaciones de fabricantes se han identificado multitud de errores referentes al etiquetado nutricional de los productos y, por tanto, al cálculo de Nutriscore

Ambos usan colores que van desde el verde al rojo -o naranja oscuro-, pero la escala en el caso de Nutriscore es de cinco y, en el del semáforo, de tres.

Otra diferencia es que Nutriscore es evaluativo, es decir, da una valoración general del alimento; mientras que el semáforo es informativo, pues indica las grasas, azúcares o sal.

Ambos sistemas utilizan los 100 gramos para seleccionar el color pero, en el caso del semáforo, la información cuantitativa frontal se da por ración, referido al porcentaje de cobertura de estas necesidades diarias.

Ninguno de estos dos sistemas diferencia los azúcares que están naturalmente presentes en las frutas y en los lácteos de los que son añadidos.

Sin embargo, a la hora de buscar alimentos con bajo contenido en un nutriente en concreto el semáforo sería más efectivo, ya que, a diferencia de Nutriscore, da datos cuantitativos de nutrientes.

Es un sistema evaluativo y, a diferencia de Nutriscore, no establece escalas, de modo que el alimento cumple o no cumple el criterio saludable. Este sistema se usa sobre todo en los países nórdicos.

Mientras que los criterios nutricionales de Nutriscore son aplicables a todas las categorías de alimentos, los de Keyhole son diferentes para cada una de las categorías y, en algunas, diferencia los azúcares añadidos de los naturalmente presentes.

eLa información cuantitativa se da por ración, al igual que el semáforo, y esos valores son referidos al porcentaje de cobertura de las necesidades diarias.

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