Estrés: el enemigo del cabello sano
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El aspecto de nuestro pelo es un indicador de nuestro estado de salud. El cabello está expuesto a numerosos factores como la contaminación, los cambios hormonales, o el propio envejecimiento, lo que provoca un deterioro de esta parte tan importante de nuestro cuerpo.
Además de estas circunstancias, el estrés por motivos profesionales o personales puede desencadenar una caída excesiva de pelo.
Nuestro organismo puede sufrir ciertas alteraciones cuando tenemos ritmos de vida acelerados o nos enfrentamos a ciertas situaciones cotidianas que se repiten. Una época de estrés puede afectar al ciclo del folículo piloso provocando la caída del cabello. Antes de que esta situación sea irreversible es importante tomar medidas.
Para entender la relación entre la caída de pelo por estrés y el ciclo capilar es conveniente saber cada una de sus fases: fase anágena (fase de crecimiento del pelo), catágena (fase de reposo) y telógena (fase de caída). La caída del cabello se denominará de una forma u otra, en función de la fase en la que estaba el pelo previo a su caída. En el caso de la caída del cabello por estrés, lo más común es que el cabello esté en fase telógena.
Con la llegada de la Covid-19 se ha observado esta alopecia en pacientes que habían tenido coronavirus unos meses antes. Un estudio coordinado por Óscar Muñoz y su grupo de investigación de Tricología del Hospital Ramón y Cajal, refleja cómo un alto porcentaje de pacientes de coronavirus se han visto afectados por una caída masiva de cabello, conocida como efluvio telógeno agudo, una alopecia relacionada con el estrés. En el estudio han evaluado a 200 personas que han padecido este problema entre el tercer y cuarto mes después de haber sufrido la infección. Aunque esta caída masiva del cabello causa un alarmante impacto en el paciente, dura un periodo limitado y es reversible.
Pero, ¿cómo saber que la caída de pelo es por estrés?
Darse cuenta de que el cabello cae y que no crece como antes puede ser una situación desagradable que incluso se une a la propia sensación de estrés y de falta de control que se vive en un momento determinado.
Normalmente, la caída de pelo por estrés se inicia después de haber pasado por un problema relacionado a ese mismo estado de estrés. En el momento que siente que lo peor ya ha pasado, puede aparecer la caída del cabello. Al principio puede ser que no haya ninguna que explique este problema. Sin embargo, una vez que hayamos descartado fármacos, enfermedades u otros factores es el momento de pensar en el estrés al que hemos podido estar sometidos.
Es en ese momento en el que la única razón que explica la caída del cabello, el único condicionante, es el estrés.
¿Cómo frenar la caída del cabello?
Aunque no existe una fórmula mágica para controlar la caída de pelo por estrés, lo más importante es buscar soluciones. A continuación compartimos algunas de ellas:
- Cambia el estilo de vida. Vivir estresado y preocupado por la mayoría de cosas que pasan en la vida afecta tarde o temprano a la salud. Por ello, la primera solución para la caída del pelo por estrés es modificar el estilo de vida, intentando llevar un ritmo más tranquilo.
- Descansar y alimentarse correctamente. El descanso y la buena alimentación se reflejan en el cabello, especialmente si se consumen alimentos ricos en nutrientes beneficiosos para el pelo, como vitaminas, hierro y zinc. Durmiendo 8 horas y alimentándose sanamente se contribuye al control de este problema.
- Utilizar tratamientos para frenar la caída del cabello. Si la situación personal se está agravando, lo mejor es acudir a un médico o farmacéutico e iniciar un tratamiento para frenar la caída de cabello por estrés. El especialista recomendará la solución más adecuada para cada caso, pero es importante saber que actualmente se pueden encontrar diferentes complementos alimenticios, champús, ampollas y otros productos que frenan la caída del cabello.
Pilexil ofrece una amplia gama de productos que ayudarán a frenar la caída del cabello, como las lociones Pilexil ampollas y Pilexil ampollas Forte, y Pilexil Spray Forte. También están los champús como Pilexil champú anticaída, especialmente diseñados para frenar la caída del pelo. Otra opción son Pilexil cápsulas y Pilexil cápsulas Forte, cuya fórmula está diseñada para nutrir y mantener las condiciones naturales del cabello durante muchos años.
En cualquier caso, es importante que en el momento que se perciba la caída del cabello se acuda al especialista para evitar problemas posteriores. La salud se refleja también en el aspecto del pelo.
Con información de CuídatePlus