Espíritu de Navidad, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Hay quienes celebran en diciembre algo que llaman el espíritu de la navidad, y lo hacen aun en pandemia con fiestas y reuniones que van al consumismo exagerado, a los rituales mágicos, a realizar ceremonias y practicas provenientes del ocultismo, el espiritismo, el esoterismo, todo disfrazados de elementos espirituales y aparentemente cristianos. Muchos señalan que tiene que ver con limpiar la casa para atraer las buenas vibras, tiempo de compartir, de prender velas, usar incienso y proponerse buenos deseos, pero la verdadera esencia de la navidad, cuyo significado es nacimiento, se origina en el nacimiento del hijo de Dios, el mesías, el salvador del mundo, en una cueva en Belén, ese es el origen de la celebración especial de estos días, la natividad del mesías.
Al celebrar al niño Jesús que nace dentro de nosotros, podemos decir que es momento de reflexionar cuantos niños han dejado de nacer en el mundo porque han sido abortados, cuántos de ellos hubieran contribuido al bien y al progreso de la sociedad, cuantos niños abandonados.
Navidad es tiempo de respetar la condición humana, cualquiera que ella sea, navidad es tiempo de celebrar la vida, de concientizar lo importante que es ayudar a los demás, de ser generosos, solidarios. Este verdadero sentido de la navidad pretende cambiarse por algo que quieren llamar espíritu de la navidad que busca sustituir el sentido cristiano de la navidad con un conjunto de enseñanzas muy sutiles y de prácticas por parte de movimientos y sectas como la nueva era que tratan de apartar a las familias de una celebración centrada en el nacimiento del hijo de Dios y de desviar el significado de la fiesta navideña hacia la contemplación de figuras fantasmagóricas y de ritos espiritistas a quienes les invocan para complacer sus caprichos.
Amigo, no te dejes engañar, prepárate bien para recibir a Jesús en tu corazón, los cristianos estamos llamados a tener alegría en nuestros corazones todo el tiempo, después de todo, el Dios que hizo todo el universo se hizo hombre, resucitó y murió por nosotros, para que tengamos vida eterna con él en el cielo, esa es una de las grandes verdades de la vida cristiana, y el gozo perpetuo con Dios.
La diferencia con el espíritu de la navidad, no tiene nada que celebrar porque solamente se le pide a un supuesto espíritu cosas materiales, mientras que para nosotros los cristianos la navidad significa donación, entrega. Para los que celebran el espíritu de la navidad todo significa yo, yo yo, pedir, pedir, pedir, buscando de llenar sus vacíos con cosas materiales, algo con lo que nunca podrán ser felices, porque el verdadero espíritu de la navidad es algo más grande que esto, porque Dios quiso que a través del encuentro con el niño Dios pudiéramos alcanzar la felicidad eterna y el gozo de sabernos que tenemos una habitación en el cielo para cada uno de los que amamos de verdad.
Para nosotros los cristianos el hecho de tener a Cristo en nuestras vidas es nuestra razón para celebrar, coloca el pesebre en un lugar bien visible en tu casa, porque navidad es Dios que vino al mundo a salvarnos y ¡con Dios siempre ganamos!