España recibirá de forma «inminente» 200 vacunas de la viruela del mono
EFE
España recibió este jueves los primeros antivirales para tratar por uso compasivo a quienes se contagien del virus de la viruela del mono y más riesgo tengan de desarrollar de forma grave la enfermedad, a los que se sumarán de manera «inminente» las primeras 200 dosis de la vacuna Imvanex, anunció la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso, explicó que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) recibió esta mañana los primeros tratamientos del antiviral Tecovirimat, «pocos», puesto que su producción es limitada.
Sanidad confirmó ayer 14 nuevos casos, que ya suman 156 en toda España, con Madrid como principal foco. La evolución de todos ellos sigue siendo leve, pero aun así el Gobierno quiere conseguir «cuanto antes» todas las herramientas disponibles para atajar este brote.
Tecovirimat SIGA, que tiene un modo de acción sobre la extensión de la partícula viral en el organismo que lo limita e impide, por lo que ralentiza la propagación de la infección, está autorizado para tratar la viruela, la viruela del mono y la viruela bovina.
De forma inminente, llegarán las primeras 200 vacunas de Imvanex, que empezarán a administrarse de acuerdo con las indicaciones que las autoridades salud publicas determinen.
España se ha adherido a la compra centralizada de esta vacuna, que la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) «va a comprar y va a donar» a los estados en función de su población «y la adelantará a los países con más casos».
Darias quiso dejar claro que se trata de medicamentos de producción limitada, de ahí la importancia de que una autoridad europea garantice el acceso equitativo, como ocurrió con las vacunas de la covid-19.
La viruela del mono, que apareció en las últimas semanas en países no endémicos, en particular de Europa, es una enfermedad que se daba en África, por lo que su aparición fuera de ese continente ha sido una sorpresa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva más de quince años haciéndole un seguimiento en el continente africano, donde cada año aparecen miles de casos y se producen muertes.
En lo que va de año ya ha habido setenta, según informó ayer la OMS.