El torneo barcelonés regresa con los mejores de la ATP - 800Noticias
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EFE

Tras suspenderse el año pasado por primera vez en su historia a causa de la pandemia, el Trofeo Conde de Godó regresa en su 68ª edición, que se disputará del 17 al 25 de abril, con once jugadores entre los 20 mejores del mundo.

El once veces campeón del abierto barcelonés, el español Rafael Nadal, encabeza «una de las mejores listas de la historia del torneo», según destacó en la presentación del Godó, su director, el extenista David Ferrer.

Ferrer, que debía haber estrenado el cargo en 2020 como sustituto de Albert Costa, reconoció estar sorprendido para la respuesta de los jugadores de primer nivel, «en una situación tan complicada como la actual», máxime cuando este año no podrán disfrutar del entorno que rodea al torneo.

«Si algo tiene el Godó es que a los jugadores les encantaba venir a Barcelona, porque es una ciudad especial. Y este año no podrán visitarla», apuntó Ferrer sobre las estrictas normas de la ATP para proteger de la COVID-19 a los tenistas, que solo pueden salir del hotel para ir a entrenar o jugar.

Junto a Nadal, tercera raqueta mundial, también estarán en la tierra de la capital catalana el griego Stefanos Tsitsipas (5), el argentino Diego Swartzman (9), el canadiense Denis Shapovalov (11), el español Roberto Bautista (12), el belga David Goffin (13), el español Pablo Carreño (15), el búlgaro Grigor Dimitrov (16), el italiano Fabio Fognini (17), el canadiense Felix Auger (18) y el chileno Cristian Garín (20).

También forman parte del cuadro dos talentos jóvenes como el ruso Karen Kachanov (22) y el australiano Alex de Miñaur (23), así como el japonés Kei Nishikori (39), doble campeón en la arcilla barcelonesa.

«Las últimas semanas antes del torneo siempre puede haber alguna sorpresa. Y estamos trabajando para que acuda otro ‘top-ten'», desveló Ferrer.

De momento, se trata de una relación de jugadores más interesante que este martes se dio a conocer, con Barcelona a los pies, en los jardines del Palacete Albéniz. En un acto al que asistieron la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau; el presidente del RCT Barcelona-1899, Jordi Cambra; el presidente del Banc de Sabadell, patrocinador del torneo, Josep Oliu; y Javier Godó, Conde de Godó.

Durante los parlamentos, Cambra confirmó que el abierto barcelonés se disputará con una asistencia limitada a 1.000 espectadores, tal como marcan las autoridades sanitarias, lo que representa «un aforo del 12%», precisó.

Cambra aseguró, no obstante, que en esta edición, «el torneo hará un esfuerzo» para que la gente que no pueda acceder a club para verlo en directo, «lo siga sin ningún problema a través de las redes sociales».

A falta de más espectadores, el abierto barcelonés contará con uno de excepción, Goody, un dragón inspirado en la obra de Antoni Gaudí que será la primera mascota en la historia del Godó y que este martes fue presentado en sociedad.

El presidente del RCT Barcelona remarcó que, para la organización del evento, «la seguridad es fundamental» y anunció un acuerdo con el Hospital Clínic para crear «un Comité Covid expresamente diseñado para el torneo».

Al frente de este comité estará el doctor Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, que ve en este ‘Open 500’ una oportunidad «para demostrar que se pueden llevar a cabo, de forma segura y con cierta normalidad, actividades deportivas con público».

«Será un Godó con un formato diferente. Un Godó restringido, pero un Godó seguro y existoso», concluyó Jordi Cambra, consciente de que la parte social que rodea el evento, y que le dota de una singularidad especial, no podrá celebrarse en esta edición.

En cualquier caso, para Ada Colau, que el torneo vuelva a disputarse es una noticia muy importante, porque se va «recuperando el deporte de alta competición» en Barcelona. Lo que Josep Oliu, presidente del banco que patrocina el torneo, considera «un primer paso hacia la normalidad».

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