El rey del hit | Pete Rose cumple 80 años sin saber si será perdonado algún día
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El 24 de agosto de 1989 Pete Rose firmó un documento en el que aceptó una suspensión indefinida del beisbol organizado tras reconocer que había cruzado apuestas que incluyeron a los Rojos de Cincinnati, equipo que entonces dirigía.
Esa fue su sentencia para no obtener la indulgencia y mucho menos ser elegible al Salón de la Fama de Cooperstown.
Rose, líder de todos los tiempos de hits conectados en las Grandes Ligas, con 4.256, y figura indiscutible de los Rojos en la década de los sesenta, setenta y ochenta, además de haber vestido otras franelas como las de Filadelfia y Montreal, no imaginaba que el Salón de la Fama de las Grandes Ligas aprobaría dos años más tarde a la firma de su sentencia, que no permitiría la aparición en sus boletas de peloteros en la lista de inhabilitados.
Ahí estriba el infierno de Rose. Hoy, que cumple 80 años de edad, suma tres peticiones de perdón a las Grandes Ligas en los últimos seis años sin conseguir más que negativas. Aunque, realmente, su guerra no se centra en la oficina del Comisionado, Rob Manfred, sino en ser incluido en las boletas de elección que lo podrían catapultar al recinto de los inmortales.
Cabe el ejemplo de Roger Clemens y Barry Bonds, involucrados en el escándalo de uso de esteroides para mejorar el rendimiento en el diamante, ambos ex jugadores se han quedado por debajo del 75% de votos requeridos para ingresar a Cooperstown y a sólo cuentan con dos oportunidades más (2021 y 2022) para inscribirse en la gloria de la inmortalidad.
Es decir, Rose aún tendría que superar la difícil aduana del comité de los periodistas especializados que eligen a los nuevos inmortales cada año. Sin embargo, contrario a los casos confesos y sospechosos de uso de sustancias prohibidas, a quienes se les ha dado la oportunidad de ser votados, Rose no ha tenido esa posibilidad.
Algunos argumentan que Rose debería ser perdonado, toda vez que, supuestamente, nunca apostó en contra de su equipo y que los votantes deberían tener la última palabra. Además, goza de gran popularidad entre miles de aficionados que lo admiraron por su garra sobre el terreno de juego.
Avalado por los números
Finalmente, el oriundo de Cincinnati, Ohio, tiene todos los argumentos deportivos para estar al lado de otros inmortales, así lo avalan sus récords de por vida: más juegos en todos los tiempos (3.562), más apariciones al bate (15.890), más turnos (14.053) y el título de rey de los imparables.
En sus 24 campañas en las Grandes Ligas, amasó la cantidad de poco más de siete millones de dólares. En la temporada de 1986, su última como pelotero activo, los Rojos le pagaron un millón de dólares, ésa fue la rúbrica de su trayectoria como pelotero y su segundo año como manager-jugador.
Tristemente, con semejante hoja de servicio en Grandes Ligas, Rose no recibirá hoy su anhelado regalo de cumpleaños, al menos no en su aniversario 80.
Su paso por Venezuela
Luego de ganar el premio de Novato del Año de la Liga Nacional en 1963, Pete Rose vino a jugar en la temporada 1964-1965 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con los Leones del Caracas.
En esa campaña se ganó la admiración de los fanáticos venezolanos por su tórrido bateo, la agresividad y «joseo» de su juego. Dejó promedio de .351, con .503 de slugging y 93 bases alcanzadas en 44 encuentros con los melenudos.
Consiguió 11 dobles, un triple y cinco jonrones en 185 visitas al plato, con 19 empujadas y 41 anotadas.
Su primer hit en la LVBP fu un jonrón contra Luis Peñalver, entonces pieza de los Navegantes del Magallanes, el 18 de octubre de 1964 en el Estadio Universitario.
En la Serie Final ante los Tiburones de La Guaira bateó para un colosal promedio de .455, pero los Leones cayeron en cinco juegos ante los litoralenses.
Con información de ESPN y Con las bases llenas.
