El «PSGate» aleja a Mbappé del PSG
EFE
Al anuncio de que Kylian Mbappé quiere dejar el PSG lo antes posible le faltaba un elemento, una respuesta que puede venir de la revelación este miércoles de que el club utilizó cuentas anónimas en redes sociales para desacreditar a sus enemigos, incluido al delantero.
La web de investigación Mediapart publicó que el club contrató a una agencia para crear un «ejército digital» compuesto de cuentas falsas con el fin de atacar a medios hostiles, diversas personalidades y algunos jugadores, entre ellos Mbappé.
El entorno del jugador aseguró que en el origen del divorcio estaba la sensación de que el club no cumplió las promesas que le hizo cuando en mayo pasado buscó su renovación a toda costa.
Pero también se refería a causas más profundas, a un profundo desafecto que puede explicarse por estas maniobras que recuerdan al famoso «Barça gate» que afectó al equipo catalán hace unas temporadas.
Entonces, fue Leo Messi el que fue desacreditado por cuentas falsas creadas en las redes sociales y ahora, entre otras víctimas, aparece el nombre de Mbappé, que casualmente ha mostrado, como en su día hizo el argentino, su intención de marcharse.
¿Tienen relación ambas noticias? La coincidencia en el tiempo invita a pensar que sí, aunque por ahora el futbolista y su entorno no han dado la cara de forma oficial, algo que, aseguran, harán en los próximos días.
Pero el descontento que viene mostrando Mbappé en las últimas semanas parece que va más allá de las promesas incumplidas en los fichajes de jugadores o de una posición en el campo que le gusta menos que otra.
Según Mediapart, las cuentas falsas contratadas indirectamente por el PSG habrían servido para bajar los humos a Mbappé cuando el jugador trataba de ganar galones en el club. O cuando tenía dudas sobre si prolongar su contrato o aceptar la oferta del Madrid.
Finalmente, el futbolista optó por quedarse en París, pero el club no respondió a todos los compromisos que había adquirido con él y, además, pudo saber que existía esta campaña profunda de descrédito difícil de digerir.
Mbappé no fue el único blanco de los dardos de ese «ejército digital», según Mediapart.
También la tomaron con un aficionado al que Neymar dio una bofetada y que vio su identidad desvelada en las redes sociales, donde llegaron a acusarle de delincuente. O la mujer que acusó de violación al brasileño, cuya reputación también fue dañada por esos «robots».
Medios de comunicación como L’Équipe o la propia Mediapart también fueron atacados por ese ejército, al igual que el presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas o el futbolista Adrien Rabiot.
Varios frentes abiertos
El «PSGate» va camino de convertirse en otra vía de agua abierta en el club, que multiplica los frentes.
Si anoche se apresuró a negar que Mbappé haya mostrado su deseo de partir, a través de la voz de su director deportivo, Luis Campos, este miércoles hizo un «firme desmentido».
El entorno del club admitió que se contratan agencias para «promover y festejar los éxitos del club, de sus empleados y de sus socios» pero «nunca para perjudicar a nadie».
Los medios no dieron mucho crédito a la reacción del club de anoche y tampoco parecen hacerlo con el desmentido de ahora.
El diario Le Parisien, considerado el medio que mejor fuentes tiene en el club, avanzó esta noche que el PSG no tiene intención de desprenderse de Mbappé en enero, pero que tendría que acceder a un traspaso en el verano de 2023 para evitar verle partir gratis en 2024.
Falta por conocer la reacción oficial del clan Mbappé, aunque el silencio que guardan por ahora alimenta las especulaciones.
Cuando ha querido desmentir una información aparecida en los medios, la madre del jugador, Fayza Lamari, se ha apresurado a hacerlo y, pese a todo el ruido que la noticia provocó anoche, guardó silencio.
El jugador, autor del tanto de su equipo en el duelo contra el Benfica, tampoco habló para desmentir o confirmar la noticia de la que todo el mundo hablaba.
La revelación del «PSGate» puede ser la pieza que faltaba al puzzle para entender el descontento del jugador.