El profeta San Daniel y los leones - 800Noticias
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Religión

por: María García de Fleury

El profeta Daniel vivió después de la caída de Jerusalén, hacia el año 587 antes de Cristo, nació en una familia de la nobleza judía de Jerusalén y su fiesta se celebra todos los 21 de julio y su historia está reflejada en el libro de Daniel, que forma parte del Antiguo Testamento.

A los 14 años Daniel fue apresado junto con otros compañeros y llevado cautivo a Babilonia, el rey Nabucodonosor II lo escogió junto a otros tres jóvenes hebreos para ser educados y entrar en su servicio. Daniel dio muestra de su inteligencia y audacia cuando intervino con maestría en el proceso de acusación de adulterio de una mujer llamada Susana, consiguiendo demostrar su inocencia mediante un hábil interrogatorio a los falsos acusadores; entonces Nabucodonosor ordenó que el joven fuera muy bien instruidos y Ciencias Políticas y Sociales.

El profeta Daniel aprendió la lengua, la cultura, la tradición literaria y la escritura de sus captores, pero tanto él como sus compañeros hebreos a pesar de vivir en la corte del rey, mantuvieron sus costumbres.

Como buen hebreo, Daniel rezaba su Dios tres veces al día, se mantuvo saludable, sobrio, no consumía alcohol ni ninguno de los alimentos prohibidos en la Ley de Moisés. El rey Nabucodonosor apreciaba mucho las virtudes particulares de Daniel.

Un día, el rey tuvo un sueño, buscó a sus astrólogos, incluso a Daniel, para que le explicara en el significado y cuando no recibió respuesta satisfactoria los condenó a la muerte.Daniel oró con insistencia a Dios y antes de ser ejecutado Dios le reveló lo que había soñado el rey y su interpretación, eso lo salvó y gracias a eso fue  nombrado gobernador de la provincia de Babilonia y jefe de los sabios y expertos de la Corte.

Cuando Nabucodonosor murió, Daniel siguió desempeñando funciones y la sabiduría con la que Dios lo bendijo le permitió mantenerse como una figura de renombre y en los más altos puestos de gobierno durante el reinado de varios monarcas diferentes: Baltasar, Darío, Ciro.

Fue durante el reinado de Darío cuándo Daniel fue víctima de los más duros ataques de sus detractores, fue acusado de no obedecer el edicto del Rey en el que se prohibía tajantemente rezar a ningún Dios que no fuera él mismo durante 30 días. En efecto, el profeta Daniel desobedeció la orden y siguió orando tal como era su costumbre, tres veces al día al Dios de Israel; fue descubierto y apresado, el castigo para un personaje importante de la vida política como él, era ser arrojado al foso de los leones, lo que suponía una muerte segura porque a las fieras las mantenían hambrientas; de nuevo Daniel oró con insistencia a Dios, Dios lo protegió y tapó la boca de los Leones. Al día siguiente seguía vivo entre los feroces leones, el rey Darío al comprobarlo ordenó que fuera liberado y sus acusadores arrojados al foso donde murieron devorados.

Darío decretó entonces que en todo el dominio del reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, su reino no será jamás destruido y su dominio perdurará hasta el final. El profeta Daniel amigos con una era en la que construyó como arma y escudo venció los peligros e intrigas más grandes, porque él supo demostrar que con Dios ¡siempre ganamos!