El Profeta Elías, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

El profeta Elías es uno de los personajes más interesantes de la Biblia, Dios lo utilizó durante un momento importante en la historia de Israel para oponerse al cruel y despótico rey Acab, quien gobernó el reino del norte desde el año 874 hasta el 853 AC.

Elías profetizó una sequía que iba a venir sobre toda la tierra como consecuencia de la maldad del rey Acab. Advertido por Dios, Elías se escondió cerca del arroyo de Querit donde fue alimentado por los cuervos, luego fue a Sarepta donde se encontró con una viuda y le pidió de comer; ella, aunque no tenía nada para ella y su hijo, obedeció a Elías y Dios proveyó suficiente comida para Elías, la mujer y su hijo; milagrosamente la tinaja de harina y la vasija de aceite de la viuda nunca escaseó ni disminuyó.

Este hecho enseña que si caminamos en unión con Dios y le obedecemos estaremos abiertos a su voluntad, y cuando estamos en la voluntad de Dios él satisface todas nuestras necesidades y su misericordia para nosotros nunca se agota.

Luego Elías desafió al rey Acab y a sus 450 sacerdotes para probar que el Dios pagano Baal no tenía poder como el Dios verdadero del que hablaba Elías. Se citaron en el Monte Carmelo, los profetas de Baal tomaron un animal para el sacrificio y comenzaron a invocar a su Dios todo el día deseando que lloviera fuego del cielo para que se quemara el animal, pero todo fue en vano, nada sucedió.

Luego, Elías construyó un altar de piedra, puso un animal sobre la leña y le pidió a Dios que se derramara agua sobre el sacrificio tres veces, Elías clamó a Dios y Dios envió fuego del cielo, este fuego consumió al animal, la leña y el agua que estaba en la zanja, Dios demostró ser más poderoso que los dioses falsos, fue entonces cuando Elías y el pueblo mataron a todos los falsos profetas de Baal conforme al mandato de Dios en el capítulo 13 de Deuteronomio.

Después de la gran victoria sobre los falsos profetas cayó la lluvia sobre la tierra, furiosa Isabel, la esposa del rey Acab juró matar a Elías y él salió a esconderse al desierto y fue hasta el monte Horeb donde se escondió en una cueva, sintiendo lástima de sí mismo, deprimido, dudando de su fe, pero Dios intervino, hubo un gran viento, luego un terremoto y luego un fuego y en ninguno de ellos estaba Dios, luego apareció una brisa apacible y delicada en el que Elías oyó y comprendió a Dios. Dios le pidió que ungiera a Eliseo como su sucesor.

Como sucedió con Elías, cuando estamos centrados en la confusión de la vida, cuando quitamos nuestros ojos del señor podemos desanimarnos. Amigos, Dios suple nuestras necesidades físicas, él conoce nuestros pensamientos y comportamientos, instruye a cómo actuar y asegura que no estamos solos.

La vida de Elías estuvo llena de confusión, a veces él fue valiente y decidido pero otras veces temeroso, vacilante, a veces obtuvo triunfos y a veces derrotas, Elías enseña que a pesar de nuestras debilidades humanas cuando estamos atentos a la voz de Dios, cuando caminamos en obediencia a la palabra de Dios podemos encontrar aliento, victoria y recompensa, porque con Dios ¡siempre ganamos!