El poder de Satanás, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

Cristo llamó padre de la mentira, homicida, desde el principio a Satanás, como lo dice el evangelio de Juan en el capítulo 8, versículo 44. El diablo, el demonio, el tentador, Satanás siempre ha querido destruir lo que Dios creo y estableció, fue él quien tomó forma de serpiente para engañar a Eva e invitarla a desobedecer a Dios comiendo del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, así logró que Adán y Eva fueran expulsados del paraíso terrenal y la relación del hombre con su creador se distanciara.

Cuando nació Jesucristo, el puesto de Satanás como Dios en este mundo se vio amenazado, por eso intentó acabar con su vida lo más pronto posible inspirando a Herodes para que mandara a matar a todos los varones menores de 2 años nacidos en Belén, en esa época del nacimiento de Jesús. Entonces, José y María se escaparon a Egipto.

Más adelante Cristo fue tentado por Satanás en el desierto, lo tengo tres veces; la primera vez le dijo: “Si eres el hijo de Dios convierte estas piedras en panes” y Jesús le respondió: “No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

La segunda vez Satanás le dijo: “Si eres el hijo de Dios tírate de aquí hacía abajo porque está escrito que Dios dará órdenes a sus ángeles y te llevarán de sus manos para que tu pie no tropiece en piedra alguna, y Jesús le respondió: “Está escrito, no tentarás al señor, tu Dios”.

En su último intento para vencer a Jesús lo llevó a una montaña para mostrarle los reinos del mundo y su gloria y le dijo: “Todo esto te lo daré si postrado me adoras” y Jesús le respondió “aléjate Satanás, porque la escritura dice adoraras al señor, tu Dios y a él solo lo servirás”.

Amigos, Cristo no cayó ante la tentación, Satanás sabe mucho, conocía las escrituras. El autor de la confusión, el padre de la mentira trató de hacerlo caer invitándolo a disfrutar de las cosas y de los placeres de este mundo. También fue Satanás quien incitó a los líderes religiosos de la época de Jesús para que lo crucificaran, costara lo que costara.

En la última oración que Jesús enseñó, El Padre Nuestro, Jesús pidió que le dijéramos a Dios “venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, sin duda Satanás tiene el control del mundo, pero cuando Cristo venga para establecer el reino de Dios y gobernar al mundo entero, la tierra literalmente se llenará de paz, de gozo, de prosperidad.

El espíritu de violencia, de disputas, de peleas, de odio de Satanás será finalmente reemplazado por el fruto del Espíritu Santo que Dios va a derramar sobre el mundo entero. El plan de Dios tendrá un desenlace maravilloso porque Satanás será quitado del medio para siempre y se oirá la voz de Dios que dice “Esta es la morada de Dios, él habitará en medio de los hombres, ellos serán su pueblo, él será Dios con ellos, Dios enjuagará las lágrimas de los ojos, ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena, todo lo anterior ha pasado, habrá triunfado Dios en la tierra ratificándonos que con Dios ¡siempre ganamos!