El Papa pide que lucha contra el hambre sea primordial
EFE
El papa Francisco instó a que la lucha contra el hambre sea «primordial» y no se quede solo en un eslogan de la comunidad internacional, durante su discurso en la apertura de la 42 sesión del Consejo de Gobernadores del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
Francisco recordó ante este organismo de Naciones Unidas que «los anhelos y necesidades de la multitud de hermanos nuestros que sufren en el mundo» y que ha llegado el momento de poder «mirar sus rostros sin sonrojarnos, porque finalmente su clamor ha sido escuchado y sus preocupaciones atendidas».
En esta ceremonia, que se celebró en la sede del otro organismo de Naciones Unidas para la lucha contra el hambre, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el pontífice describió un mundo en el que «el aire está viciado, los recursos naturales esquilmados, los ríos contaminados y los suelos acidificados».
Y denunció que millones de personas «no tienen agua suficiente para ellos mismos ni para sus cultivos; sus infraestructuras sanitarias son muy deficientes, sus viviendas escasas y defectuosas».
El papa abogó por que se plantee «seriamente» vencer la batalla contra el hambre y la miseria.
«Si se lo plantea seriamente. Estar decididos en esta lucha es primordial para que podamos escuchar -no como un eslogan sino de verdad-: El hambre no tiene presente ni futuro. Solo pasado», aseveró.
Para esto, agregó, «es necesario la ayuda de la comunidad internacional, de la sociedad civil y de cuantos poseen recursos. Las responsabilidades no se evaden, pasándolas de unos a otros, sino que se van asumiendo para ofrecer soluciones concretas y reales».
Francisco subrayó la paradoja de que «buena parte de los más de 820 millones de personas que sufren hambre y malnutrición en el mundo viva en zonas rurales, se dedique a la producción de alimentos y sea campesina».
Exhortó a cuantos tienen responsabilidad en las naciones y en los organismos intergubernamentales, así como a quienes pueden contribuir desde el sector público y privado, «a desarrollar los cauces necesarios para que puedan implementarse las medidas adecuadas en las regiones rurales de la tierra, para que puedan ser artífices responsables de su producción y progreso».
Para el papa, la ayuda no puede seguir entendiéndose de modo ocasional con resoluciones de emergencia, pues esta ayuda «puede acabar generando dependencias».
Francisco indicó que «»es necesario apostar por la innovación, la capacidad de emprendimiento, el protagonismo de los actores locales» y «poner la tecnología realmente al servicio de los pobres».
El pontífice concluyó instando a los presentes a que su trabajo sean «en beneficio de los descartados y víctimas de la indiferencia y el egoísmo; y podamos ver la derrota total del hambre y una copiosa cosecha de justicia y prosperidad».