El Papa lamenta que la falta de alimentos la padezcan quienes los producen
EFE
El papa Francisco destacó hoy «la paradoja» de que «la falta de alimentos la padecen quienes los producen» y pidió «la adopción de políticas capaces de abordar las causas estructurales» que provocan la inseguridad alimentaria en muchos países.
El pontífice realizó este llamamiento en su mensaje enviado para la apertura de los trabajos de la 42 Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con sede en Roma, y en el que hizo hincapié en que en 2020 «el número de personas que estaban expuestas al riesgo de inseguridad alimentaria aguda y que tenían necesidad de apoyo inmediato para subsistir alcanzó la cifra más alta del último quinquenio».
Y ante «una situación que podría agravarse en futuro» por los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y las crisis económicas, junto con la crisis sanitaria actual, el Papa aseveró que «es fundamental la adopción de políticas capaces de abordar las causas estructurales que las provocan».
Para ofrecer una solución a estas necesidades, el Papa abogó por «garantizar que los sistemas alimentarios sean resilientes, inclusivos, sostenibles y capaces de proporcionar dietas saludables y asequibles para todos».
«De hecho, es paradójico comprobar que la falta o escasez de alimentos la padecen precisamente quienes los producen», lamentó.
«Tres cuartas partes de los pobres del mundo viven en las zonas rurales y para ganarse la vida dependen principalmente de la agricultura. Sin embargo, debido a la falta de acceso a los mercados, a la posesión de la tierra, a los recursos financieros, a las infraestructuras y a las tecnologías, estos hermanos y hermanas nuestros son los más expuestos a sufrir la inseguridad alimentaria», destacó.
Lamentó que «mientras unos pocos siembran tensiones, enfrentamientos y falsedades», es necesario «construir con paciencia y decisión una cultura de la paz, que se encamine hacia iniciativas que abracen todos los aspectos de la vida humana y nos ayuden a rechazar el virus de la indiferencia».
«La responsabilidad individual suscita la responsabilidad colectiva, que aliente a la familia de las naciones a asumir compromisos concretos y efectivos. Es pertinente que no pensemos solo en nuestros intereses, en intereses particulares. Aprovechemos esta prueba como una oportunidad para preparar el mañana de todos, sin descartar a ninguno», instó.