El papa Francisco declaró santas a cuatro religiosas que vivieron en el siglo XIX, dos palestinas, una francesa y una italiana, y alentó a la multitud en la plaza de San Pedro a seguir su ejemplo luminoso.
Mariam Bawardi, Marie-Alphonsine Ghattas, Jeanne-Emilie de Villeneuve y Maria Cristina dell’Immacolata fueron canonizadas en una misa celebrada al aire libre en la plaza del Vaticano.
Ante una multitud de fieles y bajo un sol rutilante, el sumo pontífice exaltó la trayectoria de las cuatro religiosas: “Modelos de santidad que la Iglesia nos invita a imitar”. Sus retratos decoraban la fachada de la Basílica de San Pedro.
A la misa asistieron el presidente palestino, Mahmud Abbas, y el ministro de Francia del Interior, Bernard Cazeneuve.
También hubo una delegación de 2.000 personas, principalmente de las iglesias locales, y en particular de los territorios palestinos, Israel y Jordania. Las dos religiosas palestinas son las primeras de la era moderna en ser canonizadas.
