El Papa alerta del peligro de la deforestación durante su viaje a Madagascar
EFE
El papa advirtió contra la deforestación excesiva, por los incendios y la tala masiva de árboles, que pone en peligro el futuro de Madagascar, durante el discurso que pronunció ante las autoridades en su primer día de agenda oficial en el país.
Francisco, que llegó este viernes a la cuarta isla más grande del mundo procedente de Mozambique, acudió al palacio de Iavoloha, residencia oficial del presidente, Andry Rajoelina, para una reunión privada, y después se dirigió a las autoridades.
Tras ser recibido con el aria «Va pensiero» de la ópera Nabucco, el pontífice pronunció su discurso ante centenares de autoridades y diplomáticos e hizo hincapié en un problema que afecta a Madagascar, a una gran parte de los países africanos y que se ha puesto de manifiesto con los últimos incendios en el Amazonas: la deforestación.
Madagascar se encuentra entre los veinte países más pobres del mundo, según el índice de desarrollo humaano (IDH), con el 70 % de la población que vive con menos de dos dólares al día, y una alta desnutrición infantil en niños de 0 a 5 años, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Francisco abogó por la necesidad de establecer todas las mediaciones estructurales que garanticen una mejor distribución de los ingresos y una promoción integral de todos los habitantes especialmente de los más pobres.
Pero subrayó que el desarrollo integral de un país tiene que ir unido a la protección del medio ambiente porque «no hay crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental».
Al respecto, señaló que la riqueza natural del país, con una enorme biodiversidad vegetal y animal, se encuentra en peligro por «la deforestación excesiva en beneficio de unos pocos» y «su degradación compromete el futuro del país y el de nuestra casa común».
«Las últimas selvas están amenazadas por los incendios forestales, la caza furtiva, la tala desenfrenada de árboles de maderas preciosas. La biodiversidad vegetal y animal está en peligro por el contrabando y las exportaciones ilegales», denunció Francisco.
Según la Global Forest Watch, una plataforma de investigación que estudia las imágenes satelitales de la NASA, de 2001 a 2018 Madagascar perdió 3,63 millones de hectáreas, lo que equivale a una disminución del 21 % de su área boscosa.
Aunque recordó también que «para las poblaciones afectadas, muchas de estas actividades que dañan el medio ambiente son las que aseguran su supervivencia», pues las talas se producen para campos de agricultura.
«Es importante entonces crear empleos y actividades generadoras de ingresos, que preserven el medio ambiente y ayuden a las personas a salir de la pobreza», aseveró.
El papa hizo también un llamamiento para que «luchen con fuerza y determinación contra todas las formas endémicas de corrupción y especulación que aumentan la disparidad social».
Pero también pidió que «la ayuda proporcionada por la comunidad internacional no sea la única garantía del desarrollo del país», de forma que «sea el propio pueblo quien se hará cargo gradualmente de sí mismo, convirtiéndose en artesano de su destino».