El Papa alerta del «aislamiento social» en una misa desde Tokio
EFE
El papa Francisco advirtió hoy del riesgo de «aislamiento social» que se da en países desarrollados como Japón debido al «consumismo», «la competitividad» y «la búsqueda frenética de la productividad», durante una misa multitudinaria celebrada en Tokio.
Francisco envió este mensaje durante su homilía en el acto religioso celebrado ante unas 50.000 personas en el Estadio Tokio Dome de la capital nipona, en el tercer día de su visita a Japón.
Antes de la misa, de unas dos horas de duración, el papa fue recibido entre aplausos y por un bosque de banderas de Japón y del Vaticano que se agitaban en las abarrotadas gradas de este estadio cubierto, donde habitualmente predominan los colores de los Yomiuri Giants (el equipo de béisbol local).
A su llegada, Francisco dio una vuelta al recinto a bordo del papamóvil y se detuvo en numerosas ocasiones como es su costumbre a saludar a fieles, repartir bendiciones y besar a bebés, todo ello retransmitido por pantallas gigantes.
Francisco señaló durante su homilía que la libertad humana «puede verse asfixiada y debilitada cuando quedamos encerrados en el círculo vicioso de la ansiedad y de la competitividad», y por la creencia de que «todo pueda ser producido, conquistado o controlado».
Advirtió del peligro de que las personas centren sus energías «en la búsqueda sofocante y frenética de la productividad» y recurran al consumismo «como único criterio para definir quiénes somos y cuánto valemos».
A continuación se refirió al caso concreto de Japón, un país «con una economía altamente desarrollada» y donde «no son pocas las personas que están socialmente aisladas, que permanecen al margen, incapaces de comprender el significado de la vida y de su propia existencia».
El papa destacó la importancia «del hogar, la escuela y la comunidad», unos espacios «destinados a ser lugares donde cada uno apoya y ayuda a los demás» pero que «están siendo cada vez más deteriorados por la competición excesiva en la búsqueda de la ganancia y la eficiencia».
Todo ello deja a muchas personas «confundidas, intranquilas y abrumadas», dijo Francisco, quien invitó a encontrar «un bálsamo reparador en las palabras del Señor de no inquietarnos y confiar».
Se trata «de reconsiderar nuestras opciones cotidianas para no quedar atrapados o aislados en la búsqueda del éxito a cualquier costo, incluso de la propia vida», dijo el papa, antes de dar paso a la lectura del Evangelio y de oraciones en japonés, castellano, portugués, coreano, inglés y tagalo, entre otros idiomas.
El acto, rodeado de un ambiente festivo y de un amplio dispositivo de seguridad, fue el primero de carácter multitudinario celebrado por Francisco en Tokio tras participar en otro evento en la catedral tokiota con una asistencia más limitada, y después de visitar las ciudades niponas de Hiroshima y Nagasaki en los días previos.
Entre los asistentes había creyentes japoneses de todas las edades y venidos de diversas partes del archipiélagos nipón, así como fieles de origen latinoamericano y llegados desde otros países asiáticos como Filipinas o Vietnam.
«Todos estamos muy emocionados con la venida del papa», dijo a Efe Liliana Makino, una feligresa de la parroquia Sagrado Corazón de Gunma (centro de Japón) de origen peruano, quien viajó a Tokio con un grupo de unas 120 personas de dicha iglesia.
«En nuestro grupo tenemos colombianos, paraguayos, peruanos, argentinos… Todos vivimos en Japón, llevamos entre 20 y 30 años radicados aquí», dice Makino, quien ya tuvo ocasión de ver al papa Juan Pablo II en tres ocasiones.
«Para la iglesia de Japón este es un evento muy importante. Nos animará muchísimo», señaló por su parte el sacerdote hispanohablante Hiroto Tanaka, quien se desplazó a Tokio desde Osaka (oeste) junto a algunos de los feligreses de su parroquia.
Tanaka y sus acompañantes se mostraron «muy contentos» por poder participar en la misa, aunque también «un poco preocupados por la salud del papa y por su edad avanzada» y teniendo en cuenta la intensa agenda con la que cuenta Francisco para su visita en Japón, que se prolongará hasta el martes.