El Nazareno refugio de nuestro pueblo
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El Nazareno no es otro sino Jesus de Nazaret, a quien la gente lo llamaba el hombre que vivia en Nazaret, el Nazareno. La figura del Nazareno representa la Fusion de Cristo y con El la pasion de toda la humanidad.
Recuerda que Cristo como hombre conoció el dolor, la angustia, las preocupaciones, los desvelos; que vivió la realidad del mundo y venció todos los sufrimientos, porque vivió de acuerdo a lo que era la voluntad de Dios para él.
El Nazareno es Dios en la persona de Jesús que busca acercarse a cada uno de nosotros para darnos apoyo, ayuda y hacerse solidario.
Jesús Nazareno camina con la cruz a cuestas indicando que es un Dios activo, cercano a las personas.
El Nazareno camina con la cruz a cuestas y los fieles peregrinamos junto con él caminando por la vida, pues sabemos que los cristianos no somos discípulos de un sistema filosófico y menos de un sistema ideológico. Los cristianos somos hombres y mujeres que hemos tenido un encuentro con Cristo en la fe. Un encuentro personal.
Caminar juntos en procesión habla de la unión en la fe, en la solidaridad, en la esperanza en un futuro mejor.
El Nazareno en actitud de caminar indica que en el camino de la vida diaria podemos encontrar a Dios, aun cuando estemos rodeados de incertidumbres, distracciones y dificultades.
El Nazareno es maestro de virtudes como son el amor profundo a la humanidad, paciencia, humildad, capacidad de asumir el compromiso de la misión que tenemos en la vida, lealtad, responsabilidad, fidelidad al amor a Dios y al prójimo.
El Nazareno recuerda la victoria de la justicia sobre la injusticia. Aunque se tenga que sufrir mucho, si estamos cumpliendo con la voluntad de Dios, triunfaremos sobre el dolor y la muerte, pues resucitaremos a la vida eterna. Jesús dijo: No temas, Yo he vencido al mundo.
El Nazareno enseña a no tener miedo de acercarnos a la voluntad de Dios.
Jesús Nazareno invita a derribar el facilismo, la comodidad, la superficialidad y el miedo.
Enseña a abrir las puertas, reconociéndonos “hombres y mujeres nuevos” capaces de orar, de rezar, de lograr la paz personal a través del sacramento de la reconciliación, de recibir el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía, de acogerlo y servirlo en los hermanos.
El Nazareno recuerda la invitación de Jesús:
El que quiera venir en pos de Mi, tome su cruz
de code die / slgome.
Tome sus problemas, dificultades de cada día, entrégueselas a Dios viva tranquilo y confiado de acuerdo a lo que Jesucristo enseño.
Oración
Señor, en Tus manos pongo mi vida, con todas sus angustias y dolores. Que en Ti encuentre apoyo cuando decaiga mi fe. Quiero ser como cera derretida, que modelen Tus dedos creadores para poder cumplir a diario con la misión de vida que me tienes.
Tu me conoces. Tu sabes que necesito de Tu ayuda. Te pido que dirijas tu mirada hacia mi y aumenta Tu gloria con Tu compasión.
Arrodillado frente a Tu presencia y con mi corazon elevado hacia Ti, te pido que me ayudes (anunciar tu peticion) Te entrego mi Ie y esperanza, porque confio en que escucharas mi peticion y obtendré respuesta.
Bendicenos, amparanos, resguardanos amado jesus Nazareno, por los siglos de los siglos.
