El mal si existe, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El salmo 8 de la biblia dice: «¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?, ¿Qué es el hijo de Adán para que cuides de él?, un poco inferior a Dios lo hiciste, lo coronaste de gloria y esplendor, has hecho que domine las obras de tus manos, tu le has puesto todo a sus pies». Después Jesús hace una pregunta que tiene una gran profundidad, en el capítulo 9 de San Lucas y en el 8 de San Marcos y dice: ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo.
Amigos, Jesús reconoce de forma tácita que el hombre puede ganarse el mundo entero, lo que hace es preguntarle ¿de qué le sirve?; que este reconocimiento de lo que el hombre puede hacer, haya venido nada mas y nada menos que de Jesús, el Dios hecho hombre, dice mucho.
El demonio es una realidad espiritual, es un ángel que ha caído y ha decidido apartarse de Dios, estamos ante alguien, no ante algo y ese alguien es llamado de muchas formas: Lucifer, Satanás, el demonio, el mentiroso, el padre de la mentira, los cultos satánicos de hoy son más visibles que los de antes, siempre se ha hablado del diablo como teoría, pero hoy el satanismo ha dejado la clandestinidad, está más activo y práctico que nunca, el demonio goza de buen mercadeo y lo quieren tratar de convivir y convertir en algo amable.
El racionalismo ha entrado en la iglesia y hay mucha gente que no cree en el diablo, pero cuando un cristiano recita el Padre Nuestro está recitando un exorcismo que dejó Jesús para que lo dijéramos todos los días: «líbranos del mal».
El bautismo y el sacramento de la confesión son sacramentos de exorcismo, pues acaban con el mal y acercan a Dios, usemos agua bendita para beber de a pocos, para esparcirlas por nuestra casa, no se trata de estar viendo demonios por todas partes, tampoco se trata de convertir al diablo en la excusa de toda mala acción que cometemos, se trata es de concientizar que el demonio si existe, no es una abstracción teológica, es un ser personal que encarna al mal de una forma tal que es difícil imaginar. Exorcismos hay en el judaísmo, en el hinduismo, en el Islam, no es algo solamente de los cristianos.
¿Y qué podemos hacer ante los avances y aparentes triunfos del mal?, Bueno, primero que todo no atemorizarnos, debemos tomar en cuenta que el poder de Satanás no es infinito, no es sino una criatura poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre creatura, no puede impedir la edificación del Reino de Dios.
Hay que tener en cuenta que Jesús dio poder de expulsar los demonios a sus apóstoles. Hablar de él, Porque el mayor triunfo del diablo es hacer creer a la gente que él no existe y Jesús habló frecuentemente del diablo en Mateo 4, en Marcos 4,en Lucas 10, en Juan 8. Hay que orar por los servidores del diablo; los brujos, los satánicos, los satanistas atacan a la Iglesia y nosotros podemos y debemos orar por ellos para su conversión, hay que rezar la oración de San Miguel Arcángel para que nos defienda en las batallas, no tengamos miedo, hay que vivir en continua conversión y tener dolor de nuestros pecados, una persona en gracia es inmune a la influencia del mal, Si Dios esta con nosotros, ¿Quién contra nosotros?, decía San Pablo en Romanos 8. Ten presente amigo en todo momento que con ¡Dios siempre ganamos!
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