El Gobierno portugués autoriza la venta del Chelsea
EFE
El Gobierno de Portugal autorizó la venta del club de fútbol inglés Chelsea, trámite necesario para que el oligarca ruso Roman Abramovich, que también tiene nacionalidad lusa, pueda realizar la operación.
Portugal ha autorizado la transacción tras la «garantía dada por las autoridades británicas» de que los ingresos de la operación «se destinarán para fines humanitarios» y no beneficiarán de forma «directa o indirecta» al propietario, explicó el Ministerio de Exteriores luso en un comunicado este jueves.
La aprobación dependía de los Ministerios de Exteriores y Finanzas, que otorgaron una «derogatoria humanitaria, permitiendo que el club inglés sea transaccionado» a petición de Abramovich.
Esta decisión «cuenta con el acuerdo de la Comisión Europea», subraya el texto.
Este era el último paso necesario para proceder con la operación, valorada en 4.250 millones de libras (4.970 millones de euros), tras recibir este miércoles luz verde del Gobierno británico y de la Premier League.
Era necesaria la autorización de Portugal debido a que Abramovich tiene la nacionalidad lusa desde el año pasado y está en la lista de sancionados por la Unión Europea.
Abramovich se vio obligado a poner el Chelsea en venta a raíz de las sanciones decretadas por la guerra en Ucrania y quiere traspasarlo a un consorcio liderado por el multimillonario Todd Boehly, dueño del equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers.
El oligarca, con vínculos con el presidente ruso, Vladímir Putin, fue sancionado por la Unión Europea el pasado 15 de marzo, lo que determina congelar sus activos e impide a los ciudadanos y empresas del bloque comunitario poner fondos a su disposición.
Los sancionados también están sujetos a una prohibición de viajar, entrar o transitar por los territorios de la UE, aunque Abramovich podría entrar en Portugal al obtener la nacionalidad lusa por una ley que otorga el pasaporte portugués a los descendientes de judíos sefardíes.
El proceso está bajo investigación por supuestas irregularidades con los certificados que comprobaban su ascendencia judía.