El ejército más pequeño del mundo, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
En tiempos del Papa Julio II había muchas revueltas e inseguridad, el Papa les pidió a los nobles suizos que, dado que su ejército era tan bueno, tan bien formado, y al mismo tiempo eran tan amables que le enviara soldados para su protección, formando una compañía de 150 hombres.
Así se formó la guardia suiza del vaticano, fundada oficialmente el 21 de enero de 1506 con mercenarios suizos. No cualquier soldado puede entrar a la guardia suiza, tiene que ser hombre, soltero, tener entre 19 y 30 años, medir más de 1.74 metros de altura, ser ciudadano suizo, católico, tener como mínimo el grado de educación secundaria preferiblemente con algún tipo de profesional, ser soltero a menos que seas un oficial, debe haber cumplido el servicio militar de dos años en la escuela militar suiza, porque en esos años aprenden a manejar tanto armas modernas, como pistolas ametralladoras y fusiles, como el manejo de las lanzas, el estoque, lecciones de autodefensa y técnicas defensivas que son equiparables a las que reciben muchos de los guardaespaldas de los jefes de estado.
La duración mínima del servicio dentro de la Guardia suiza es de 25 meses, los colores del uniforme son rojo, amarillo y azul; son los colores de la familia Merici, una famosa familia medieval de Florencia.
La guardia suiza vistió este colorido uniforme por primera vez en la navidad el año 1905, “Con coraje y fidelidad” es el lema del ejército más pequeño del mundo, son los defensores de la libertad de la iglesia, es un cuerpo militar que desempeña la misión de velar por la seguridad del Papa, vigilar ese pequeño estado. Hoy en día cuenta, repito, con 150 efectivos, ha participado en varias acciones bélicas a lo largo de los años y todas han sido en defensa de los intereses de la santa sede.
Celebra la incorporación de los nuevos reclutas y su juramento en la plaza de San Damaso, el 6 de mayo en conmemoración de una acción militar ocurrida el 6 de mayo de 1527 cuando las tropas de mercenarios alemanes, españoles e italianos pagados por el emperador Carlos V, quien estaba dispuesto a imponer la supremacía del imperio sobre la iglesia, entraron y los mandó a que saquearan a Roma, eran 20 mil soldados que asaltaron la ciudad.
Durante ese asalto, el comandante de la guardia suiza Gaspar Röist, al mando de 189 reclutas defendió fuertemente el cementerio que esta junto a la ciudad del vaticano y alrededor del obelisco central intentando desesperadamente resistir con vida para poder cubrir la huida del Papa Clemente VII, hacia el castillo Santa Ángel.
¡Lo lograron! 42 soldados lograron salvarle la vida al Papa, pero todo el resto del ejercito fue masacrado, es interesante saber que días antes desde Suiza habían mandado a llamar al comandante Gaspar a que se regresaran porque Suiza acababa de hacerse protestante, pero Gaspar respondió que ellos habían jurado lealtad al Papa y allí se quedarían, murieron dando su vida por el vicario de Cristo en la tierra defendiendo a Dios.
Amigos, lo jóvenes miembros de la guardia suiza vaticana entregan varios años de su juventud para dárselos a Dios defendiendo a la iglesia y al Papa, porque saben que la iglesia es Dios y con Dios ¡siempre ganamos!