El Diácono San Lorenzo, por María García de Fleury
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El 10 de agosto la Iglesia católica celebra a San Lorenzo, uno de los siete diáconos de la Iglesia romana, que sirvió junto con el Papa Sixto II y fue víctima de la persecución del emperador Valeriano en el año 258. San Lorenzo nació en la actual España en Huesca o Valencia, según diferentes autores antiguos. En la primera mitad del siglo III fue martirizado el 10 de agosto del año 258, porque no quiso entregar las riquezas de la Iglesia.
Desde el siglo IV, San Lorenzo ha sido uno de los mártires más venerados de la Iglesia romana, Constantino el Grande fue el primero en dirigir un pequeño oratorio sobre el lugar donde fue enterrado. La Iglesia consagra diáconos, como esos eclesiásticos que cumplen con distintas funciones, como puente entre la jerarquía de la Iglesia y la sociedad. El diácono posee un grado inferior al que obtiene el religioso que recibe el sacramento de lo orden sacerdotal. El Concilio Baticano II definió la posición de los diáconos en la estructura de la Iglesia católica, señalando que se encargan de recibir la imposición de las manos en orden al ministerio y no al sacerdosio.
Un diácono sirve a los fieles en la caridad, la palabra y la liturgia. Su servicio es a la palabra de Dios y a la Eucaristía, así como el favor de la paz, la justicia, la caridad, ayudando a quienes sufren necesidades temporales, trabajando en proyectos de bienestar y realizando servicios entre los necesitados.
Para llegar a ser diácono se necesita ser formado en tres fases o etapas, el aspirantado que se compone de nueve meses de duración, la candidatura que dura cuatro años y que es un periodo de formación intenso. La formación diaconal continua viene a hacer referencia a lo que es todo el periodo activo del diácono, una formación donde será fundamental tanto lo espiritual como la parte pastoral y la parte humana. Un diácono puede dirigir, por ejemplo, un funeral, en una misa se encargará de leer el Evangelio, ayudar a repartir la Sagrada Comunión, el diácono se distingue del sacerdote porque usa una dalmática y una estola cruzada.
Existen dos tipos de diáconos, el transitorio y el permanente, al diácono transitorio se le otorga el ministerio durante un tiempo limitado y luego el obispo lo consagra como sacerdote, el diácono permanente, en cambio, mantiene ese grado porque eso se puede conferir ese orden a hombres casados que han contraído matrimonio. Ejemplos de diáconos han sido San Francisco de Asís, San Lorenzo, San Esteban.
Otras iglesias como la Ortodoxa, la Iglesia Cóptil y la Iglesia Anglicana también tienen diáconos dedicados a asistir a la comunidad de distintas maneras, en el caso de los diáconos anglicanos, pueden casarse después de haber sido ordenados, a diferencia de lo que ocurre con los diáconos católicos y ortodoxo. Con la falta actual de sacerdotes, la iglesia necesita diáconos para continuar la labor de evangelización.
El diácono San Lorenzo es venerado por la iglesia católica, la ortodoxa y la anglicana, porque con gran valentía defendió a la iglesia y su fe en Cristo hasta la muerte, porque él sabía que con Dios ¡siempre ganamos!
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