El día que Pastor Maldonado fue más rápido que Fernando Alonso
EFE
Es 13 de mayo de 2012 y, en el circuito catalán de Montmeló, 24 de los mejores pilotos del mundo, con el venezolano Pastor Maldonado al frente, sueñan con el triunfo en el Gran Premio de España de Fórmula 1, la máxima categoría del automovilismo mundial al que el suramericano está a punto de dejar boquiabierto.
La parrilla de salida tiene en la primera casilla de salida al joven Maldonado, apenas el tercer venezolano en competir en la Fórmula 1 y el primero en conseguir salir desde el primer lugar, la ‘pole’, tras las rondas de clasificación.
Por este hombre, sus compatriotas tienen sentimientos que recorren los extremos: para algunos es un piloto rápido que ha tenido mala suerte; para otros, un mediocre que se benefició de su cercanía con el entonces presidente Hugo Chávez (1999-2013) para conseguir el patrocinio de la estatal PDVSA y ocupar uno de los monoplazas de la escudería británica Williams.
ALONSO LO REBASA EN LA LARGADA
Cuando se da la largada, ese 13 de mayo de 2012, Maldonado se descuida y el español Fernando Alonso, dos veces campeón y uno de los pilotos más habilidosos, lo rebasa sin problemas a bordo de su Ferrari F2012, para la alegría de los locales, que no esperan otra cosa que no sea una victoria de su héroe en casa.
A más de 7.000 kilómetros de distancia, en Venezuela, pocos creían en las opciones de Maldonado, y el número de devotos se redujo aún más cuando el conductor, oriundo de Maracay, perdió el liderato apenas tras el banderazo que marcó el inicio de las 66 vueltas al circuito.
Pero quiso el destino que ese día la estrategia de Williams fuera más acertada que la de Ferrari, que alargaba el uso de los neumáticos y hacía perder a Alonso unos segundos muy valiosos.
En las entradas y salidas a la calle de boxes, a Maldonado todo le salió perfecto, pero Alonso se atascaba en el tráfico al salir.
Fue allí donde Maldonado, un piloto que se formó al calor de las competencias de karting en su país y fue campeón de la extinta GP2 -la actual F2-, considerada entonces la antesala de la F1, encontró el extra que le permitió ser más rápido que Alonso y alcanzar la victoria aquella tarde. Pero no fue nada fácil.
SIN MARGEN DE ERROR
El venezolano disputaba apenas su segunda temporada y aún era considerado un novato. Como perseguidores tenía no sólo a Alonso, sino también al finés Kimi Räikkonen, el hombre de hielo que ganó el campeonato en 2007. Maldonado tuvo que soportar, sobre todo, la intensa presión de Alonso, que se resistía a dejar escapar un triunfo en casa.
Los últimos 15 giros fueron especialmente reñidos, y mantuvieron a los asistentes pegados a los asientos con el aliento contenido: Maldonado iba en punta, pero con tan poca ventaja que no tenía margen de error, ése que trataba de forzar Alonso acercándose en cada curva.
Cuando se agitó la bandera a cuadros, Maldonado cruzó la meta en primer lugar, poco más de tres segundos por delante de Alonso, y casi cuatro antes que Räikkonen.
Fue la primera victoria para un venezolano en un Gran Premio de Fórmula 1, y es todavía la mayor hazaña para el automovilismo de ese país suramericano.
Para Williams, la celebración fue grande tras casi ocho años sin triunfos en la F1, después de que el colombiano Juan Pablo Montoya ganara el Gran Premio de Brasil de 2004, en Sao Paulo. Incluso se olvidó de que el otro piloto de la escudería, el brasileño Bruno Senna -sobrino del mito-, se quedó fuera de la carrera después de colisionar con la leyenda Michael Schumacher en el duodécimo giro.
Los festejos acabaron saliéndose de las manos en la casa de la escudería, donde una explosión provocó un incendio y tuvieron que intervenir los bomberos.
UNA IMAGEN QUE DIO LA VUELTA AL MUNDO
Ese 13 de mayo, un Maldonado exultante fue alzado en hombros por dos campeones: Alonso y Räikkonen. Esa imagen, la del novato escoltado por campeones consagrados, dio la vuelta al mundo y, en Venezuela, sus muchísimos detractores le dieron un voto de confianza, en vista de su brillante carrera.
Fue un día que hacía presagiar nuevos triunfos para Maldonado, pero el crédito se esfumó rápido.
Maldonado no volvió a triunfar y los venezolanos, que veían los primeros episodios de la severa crisis que hoy padece su nación, cuestionaban el costoso contrato de patrocinio entre PDVSA y Williams, en primer lugar, y luego Lotus, donde acabó su carrera en 2015 luego de un año decepcionante.
En total, Maldonado corrió 96 grandes premios, con un triunfo y una ‘pole’: las que logró hace justo ocho años en el citado circuito de las afueras de Barcelona.
Aquellos éxitos de mediados de mayo de 2012 en España, cuando la brillantez, la estrategia y la suerte se alinearon para que subiera a lo más alto del podio por delante de dos campeones, y mostrara a sus compatriotas que sí tenía talento para la F1. Aunque sólo llegara a demostrarlo una vez en casi 100 intentos, a fecha de hoy sigue siendo el único venezolano de la historia en lograrlo. EFE