El cura Brochero, por María García de Fleury - 800Noticias
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El sacerdote católico José Gabriel del Rosario Brochero conocido como “el cura gaucho”, por su trabajo con los más necesitados, nació el 16 de marzo de 1840 en Córdova, Argentina.

Es el Primer santo que nació y murió en Argentina, desde los 16 años ingresó en el seminario y se destacó por su dedicación socorriendo a los enfermos moribundos que provocó la epidemia de cólera en 1867, un periodo terrible que dejó más de 4 mil muertos.

Luego en 1869 fue designado párroco del curato de San Alberto, lo que hoy es El Valle de Traslasierra, con una extensión de 4.336 Km. Le tomaba tres días recorrer en mula toda la localidad que tenía unos diez mil habitantes, de los cuales la gran mayoría eran recluidos y prófugos de la justicia.

En ese tiempo inventó un pueblo en donde encontró catorce ranchos de adobe y evangelizó a más de diez mil hombres y mujeres que sobrevivían desperdigados y olvidados en esa zona, construyó escuelas y parroquias, abrió 200 kilómetros de camino al lomo de mula y pala y desvió el agua para cultivar la tierra, creo dique, una estafeta postal y un telégrafo. Usó para todo ello los vínculos que había cosechado durante su paso por la universidad de Córdova.

Brochero tenía un carácter fuerte, era mal hablado, pero a la vez era muy afable, sus métodos de presión fueron efectivos. Brochero, con su buena formación, era un docto, tenía contactos con muchas personas y todas esas posibilidades las usó en busca del bien común, pero lo hacía por amor a Jesús, sin intenciones políticas ni personales.

El cura Brochero cargaba ladrillos para construir las escuelas o cortaba madera como cualquiera de los pobladores de allí, sencillamente era uno más de ellos. En la memoria de la gente quedó la imagen del cura montado en la mula donde atravesaba la sierra para dar la extremaunción o contactar a alguno para que se convirtiera.

En su afán de educar a las mujeres y permitir que ellas se superaran pidió a la madre fundadora de la Congregación de las Esclavas de Jesús ayuda, de manera de construir una casa de ejercicios espirituales y una escuela de niñas.

Durante sus cabalgatas y viajes se entregaba a la oración silenciosa y continua, de donde más tarde brotaría su predicación. Sus ratos largos orando durante la eucaristía, así como su amor y su devoción a la santísima virgen María le dieron esa profundidad que es propia de la palabra que brota de la contemplación y luego se expande en la acción apostólica.

San Brochero, conectó la realidad de Dios con la dignidad inviolable de todo ser humano, encontrando en la fe la motivación para la promoción humana, luchó por estar cerca de Dios y de la gente.

Después de más de 40 años predicando el evangelio por la sierra, murió el 26 de enero de 1914 a los 74 años, ciego, víctima de la lepra que contrajo por tomar mate con un enfermo. Este sacerdote, José Gabriel del Rosario Brochero, entregó su vida a Dios y a los demás pues estaba consciente de que con Dios ¡siempre ganamos!