El Cristo de la Sábana o Cristo de la Mata, por María García de Fleury
María García de Fleury
La religión constituye uno de los elementos claves para aproximarse a la comprensión del comportamiento de los pueblos, pues pone de manifiesto las creencias de los distintos grupos de personas. Es lo que se llama religiosidad popular, la cual abarca desde el comportamiento religioso de las personas hasta sus relaciones con las instituciones religiosas establecidas, las prácticas y actos de culto, las creencias y símbolos religiosos, por medio de los cuales los fieles se expresan ante lo sagrado conformado por entidades y objetos.
En estas expresiones populares predomina el espíritu festivo, el espíritu de unión entre las personas de la localidad y el espíritu de petición a Dios Todopoderoso por la solución de los distintos problemas personales y sociales.
No se trata de un empobrecimiento de doctrinas y liturgias oficiales, no, se trata más bien de un complejo total de actividades que predeterminando los comportamientos forman todo un sistema fijando la espontaneidad en ciertas funciones o instituciones habituales.
Uno de estos casos es el del Cristo de la Sabana, también conocido popularmente como Cristo de la Mata, una obra pensada por don José Natalio Estrada Torres que se encuentra en la parroquia eclesiástica San Miguel Arcángel de El Mantecal, en la diócesis de Guadualito, ubicada al sur oeste de Venezuela.
Es una devoción que tiene su origen en la frescura y humildad de unos niños de la Fundación del Ato Trinidad de Arauca. Comenzaron a contarle a sus mayores que en el médano de ese ato veían a una señora muy bella, pero que tenía barba y que a través de su ropa podían verle el corazón.
Esta historia llegó a oídos del dueño, don José Natalio Estrada Torres, quien entusiasmado por la bella historia encargó a Italia un Cristo de mármol de Carrara, sin dar mayores especificaciones. Todos quedaron sorprendidos porque en lugar del Cristo encargado le habían enviado un corazón de Jesús tal y como lo describían los niños.
Este corazón de Jesús mide cerca de 2 metros, pesa 900 kilos y fue elaborado en mármol blanco. Lo colocaron sobre un pedestal en el centro del médano, mirando hacia el río Arauca. En la parte de abajo le colocaron una leyenda que dice, Señor, bendice a nuestro llano. Desde entonces fue llamado el Cristo de la Mata, porque así se llama el sector donde fue ubicado, pero también lo llaman el Cristo de la Sabana.
La imagen de Cristo se encontraba un poco abandonada y el obispo, don señor Pablo Modesto González, decidió junto con los vecinos del lugar recuperarla. En la actualidad se han realizado dos peregrinaciones hacia el Cristo de la Sabana, ubicado en el territorio del Cajón del Arauca apureño, y ya se comienza a hacer tradición.
El Cristo de la Sabana o Cristo de la Mata es el segundo signo religioso en importancia en el Apure, junto con el Nazareno de Achaguas. El Sagrado Corazón de Jesús y el Nazareno son dos expresiones del amor y la devoción de los venezolanos que reconocen al Hijo de Dios que vino como el único Salvador del mundo, convencidos de que es Dios y que con Dios ¡siempre ganamos!
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