El Covid-19: Dos años de imprevistos y avances científicos - 800Noticias
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Hace dos años un nuevo virus se propagó con rapidez fulgurante por todo el mundo, y el 11 de enero de 2020 se registró el primer fallecido. Además de modificar profundamente nuestra forma de vivir, la pandemia del Covid-19 hizo avanzar a grandes pasos nuestro conocimiento científico.

–Por el aire 

Al principio de la pandemia las autoridades sanitarias insistían en la necesidad de lavarse regularmente las manos para impedir la transmisión del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, bautizado Covid-19.

Pero a mediados de 2020 surge un consenso entre los científicos: el virus se transmite más bien mediante los aerosoles, es decir las nubes de micropartículas que emitimos al respirar o hablar, o peor aún, al estornudar, cantar o gritar.

En un lugar cerrado y sin suficiente aireación, esos aerosoles pueden permanecer flotando durante largo tiempo, lo que aumenta considerablemente los riesgos de infección.

A pesar de ello, la población parece no entender suficientemente la importancia de ventilar los espacios, que permite dispersar el peligro.

“Creo que hay un error de comunicación: los científicos no hemos sido lo suficientemente claros sobre la aireación”, indicó recientemente a la AFP Arnaud Fontanet, miembro del Consejo Científico que guía al gobierno francés.

“Cuando los científicos hablan de gestos de protección, hay que precisar a la gente que la aireación forma parte de ellos”.

Improvisación y algunas contradicciones 

Los dos años de pandemia han sido también una larga serie de medidas improvisadas y de algunas contradicciones, como el uso de las mascarillas.

En los primeros meses de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosos gobiernos repetían que las mascarillas solamente debían ser utilizadas por el personal sanitario, los enfermos y sus familiares.

El propio consejero científico de la Casa Blanca, el doctor Anthony Fauci, llegó a opinar inicialmente que no veía “la utilidad” de distribuir mascarillas entre la población.

Ese discurso, criticaron algunos observadores, estaba destinado ante todo a evitar la falta de material esencial entre los médicos e enfermeras.

No había suficientes mascarillas para todo el mundo, en particular en los países desarrollados, muy dependientes del suministro de China.

A partir de la primavera de 2020, el discurso cambió radicalmente: la mascarilla pasa a ser esencial, al punto de que se ha vuelto un artículo obligatorio en cines, teatros, salas de conferencias… e incluso, en momentos, en pleno aire libre.

Con la llegada de la variante ómicron, a partir de finales de noviembre, algunos expertos llegan además a recomendar el uso de la mascarilla FFP2, más ajustada sobre el rostro y con más poder de filtración.

Con información de AFP

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