El cáncer de cuello uterino se diagnostica entre los 30 y 40 años
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El cáncer de cuello uterino es la segunda causa de mortalidad en mujeres, luego del cáncer de mama, se diagnostica frecuentemente entre las edades de 30 y 40 años. No obstante, puede evitarse al detectar a tiempo el Virus de Papiloma Humano, VPH, que se obtiene mediante relaciones sexuales con personas infectadas.
Es necesario que las mujeres sexualmente activas, acudan a su consulta anual ginecóloga, debido que el virus se puede detectar rápidamente con la colposcopia. El VPH se manifiesta con lesiones en el cuello uterino, en forma de coliflor. No presenta síntomas, por lo cual la paciente solo puede saberlo en el examen ginecológico. De igual manera, se recomienda a las parejas, utilizar métodos anticonceptivos como el condón, a fin de evitar el contagio.
Existen dos tipos de cáncer de cuello uterino y el más común en Venezuela, en un 90 por ciento, es el que se forma en el epitelio externo, siendo su agente más importante, el VPH. Otro, se presenta al interior del epitelio, en el que aparecen adenocarcinomas, que pueden estar relacionados con el cigarrillo u otros agentes químicos.
La información fue suministrada por la Dra. Luisa Suárez oncólogo radioterapeuta del Centro Diagnóstico Docente, CDD Las Mercedes, dirigido por el Dr. Wilson Mourad, médico especialista en vías digestivas y cuyo centro está orientado a tener la mejor tecnología de punta en América Latina con resultados exitosos en el tratamiento del cáncer.
Actualmente existen tratamientos convencionales para esta dolencia. Suárez explicó, que hay un nuevo procedimiento que se hace a través de la fusión de imágenes de alta calidad, obtenidas a través de la resonancia magnética con contraste, en la que se realiza una tomografía o Pet/Ct de simulación, que permite delimitar con precisión el cuello uterino y sus áreas de riesgo.
Aclaró que, en estos casos, se tiene la posibilidad de disminuir la exposición de los tejidos sanos y retirarlos del área de radiación, a fin de tener menores complicaciones y se aplica una mayor dosis al tejido tumoral, por lo que se pueden realizar tratamientos largos.
Después de la radioterapia externa, se recomiendan los implantes en cuello uterino o braquiterapia, que es la colocación de una semilla radioactiva en contacto con el tejido tumoral que permite el control de la enfermedad al aumentar la dosis de radiación en el tumor.
Para finalizar, recomendó a las mujeres realizarse su chequeo anual porque es una enfermedad prevenible.