El Barcelona se quedaría en un limbo tras la declaración catalana de independencia
Con información de ABC
Tras lo sucedido hoy en el Parlament, el Fútbol Club Barcelona, el emblema deportivo más importante de Cataluña, se sitúa en un encrucijada de difícil salida.
«El Barça tiene la suerte de poder escoger en qué liga jugar», aseguró el pasado mes de septiembre el presidente del denominado Comité Olímpico de Catalunya (COC), Gerard Esteva. Pero la realidad del ordenamiento jurídico tanto nacional como internacional contradice de plano esta afirmación.
El presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, ya lo avisó: «El Barça no podrá elegir dónde jugar si hay un proceso independentista». De este modo, los azulgranas quedarían ahora en un limbo jurídico de difícil solución.
La Ley del Deporte es clara al señalar en su artículo 15 que las «sociedades anónimas deportivas y clubes que participen en una competición profesional deberán inscribirse en el registro de asociaciones deportivas correspondiente y en la federación respectiva».
En este mismo sentido, el artículo 99 del Reglamento de la Federación Española de Fútbol establece que «en virtud del principio que consagra la Ley del Deporte, por el cual la organización territorial de las Federaciones deportivas españolas se ajustará a la del Estado en Comunidades Autónomas, los clubes deberán estar integrados y afiliados a la Federación de ámbito autonómico del territorio al que geográficamente pertenezcan y sólo podrán ejercer su actividad deportiva en las competiciones oficiales que aquélla organice en el ámbito de su jurisdicción».
Trasvase de federaciones
Por lo tanto, el Barça, el Español, el Gerona y el resto de clubes catalanes de Segunda, Segunda B y Tercera no podrían disputar las competiciones nacionales españolas al quedar desgajada, tras la DUI de hoy, la Federación Catalana de Fútbol de la Federación Española.
El mismo artículo 99 del Reglamento federativo da solo una solución para adscribirse a otra territorial, pero no vale para el Barça: «Excepcionalmente, la Junta Directiva de la RFEF podrá autorizar que un club compita en un marco territorial distinto al que naturalmente le corresponda, previo acuerdo de las federaciones de ámbito autonómico implicadas, siempre que, previamente, lo aprueben la Asamblea General de la entidad de que se trate y, asimismo, las dos Federaciones implicadas, tratando cada una de ellas la cuestión como uno de los puntos del orden del día de la convocatoria».
Sin embargo, juristas consultados por ABC consideran que ese artículo no sería de aplicación para este caso, pues habla de «dos federaciones de ámbito autonómico implicadas», y en caso de secesión, la catalana ya no sería una federación autonómica española, con lo cual la Federación Española no podría aceptar que los clubes catalanes pudieran jugar en nuestra Liga.
La otra alternativa para seguir jugando en España es utilizar la «vía andorrana». Los clubes del Principado son los únicos extranjeros que compiten en las ligas españolas. Y ello es posible gracias a la disposición adicional 17ª de la Ley del Deporte, que les permite adscribirse a las federaciones españolas, como ocurre con el MoraBanc Andorra de baloncesto o el Fútbol Club Andorra de fútbol, que desde su fundación en 1942 ha pertenecido a la Federación Española y que durante 17 temporadas llegó a militar en Segunda B.
Pero evidentemente Andorra no es Cataluña, donde compiten 146.000 futbolistas en 12.200 equipos de todas las categorías. Además, esta excepción para Cataluña precisaría de una modificación de la Ley del Deporte que debería ser aprobada por el Parlamento español.