El baño nocturno mejora la calidad del sueño
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Bañarse es una de las rutinas que todos debemos cumplir no solo para limpiar el cuerpo y mantener buena salud, sino también refrescarnos, despejarnos o calentarnos.
En en ese sentido, uno de los eternos debates que existen en el mundo de la belleza, es si deberías bañarte en la mañana o en la noche. Hay quienes lo prefieren a primera hora de la mañana, para desperezarse, y hay otros que lo toman inmediatamente antes de irse a la cama, para conciliar el sueño. ¿Cuál es mejor?
Ni uno ni otro. Según investigadores de la Universidad de Texas en Austin, el baño idóneo tiene lugar entre una y dos horas antes de acostarse. Y no solo eso. El agua debe estar entre 40 y 42,7 grados centígrados.
Los autores revisaron 5.322 estudios que relacionan el baño y la ducha con agua tibia o caliente y una mejor calidad del sueño valorando el tiempo que lleva la transición del estado de vigilia total a dormir, la duración total del sueño y su eficiencia.
«Cuando examinamos todos los estudios conocidos, observamos disparidades significativas en términos de enfoques y hallazgos», dice Shahab Haghayegh, investigador de ingeniería biomédica en la Escuela de Ingeniería Cockrell de esta universidad y autor principal del estudio, publicado en Sleep Medicine Reviews.
Luego demostraron que una temperatura óptima de 40 a 42,7 grados centígrados mejoró la calidad general del sueño. Cuando se programa una o dos horas antes de acostarse, los baños también pueden acelerar la velocidad de quedarse dormido. No es la primera vez que la ciencia apoya los vínculos entre el calentamiento corporal con agua y la mejora del sueño.
El equipo investigador ahora espera diseñar un sistema de cama comercialmente viable con tecnología patentada de Estimulación Térmica Selectiva, que permita la manipulación de la función termorreguladora bajo demanda y el control de temperatura de zona de temperatura dual que se puede adaptar para mantener las temperaturas óptimas de un individuo durante toda la noche.
