El arca de Noé y la Navidad, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

Si le dijeras a alguien que tienes un arca como la de Noé, ¿Qué opinarían?, seguramente dirían que estás loco, igual pensó la gente cuando Noé estaba construyendo el arca. Noé obedeció a Dios y construyo su arca en familia con sus hijos. El arca de la salvación esta primero que todo en la familia. Noé tenía tres hijos y con ellos construyo el arca de acuerdo a las dimensiones que Dios le dio.

Fue en familia como Noé, su esposa y sus hijos pasaron mucho tiempo para poder construir el arca que iba a salvarlos. Las demás personas se burlaban, los despreciaban, los trataban como locos, y ellos seguían obedeciendo a Dios, sabían que debían obedecer a Dios antes que obedecer a las demás personas, sabían que vivir abusando de la naturaleza humana, desobedeciendo a las leyes de la naturaleza, desobedeciendo a las leyes de Dios no lleva a ningún bien.

Cuando terminaron de construir el arca, Noé, su esposa, sus hijos y las esposas de sus hijos entraron en el arca junto con una pareja de cada animal que existía, siempre en pareja, macho y hembra, una vez que todos entraron, Noé cerró la puerta y comenzó a llover.

Lo interesante de esta narración que, por cierto, existe en todas las culturas del mundo con muy pequeñas variaciones, es que convivieron juntos por 40 días y 40 noches, tuvieron que aprender a convivir el elefante con el mono, con el león, con el gallo, con el cordero, con el rinoceronte, con la jirafa, y esa convivencia era esencial pues no podían salirse, si lo hacían se ahogaban en el agua del diluvio.

Jesús vino a redimir al mundo y nació un 24 de diciembre a la medianoche, vino como el salvador de la humanidad y le ofreció a todo el mundo la oportunidad de salvarse a través del agua del bautismo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. De esta forma Dios te da una barca que es la iglesia, para ayudarte a llegar sano y salvo al cielo.

Para nosotros la iglesia es como el arca, tenemos que aprender a convivir, aunque seamos muy distintos unos de otros. Los que estaban en la barca de Noé tenían una meta, sobrevivir al diluvio, y nosotros tenemos una meta que es llegar al cielo.

El mismo San Pedro habla de esto cuando dice: “Jesús fue a predicar a los encarcelados, esas personas que se negaron a creer en tiempos de Noé, pero algunas personas, 8 en total, entraron al arca y se salvaron a través del agua. El arca le sirvió de salvación a las personas que creyeron en Dios y trabajaron haciendo lo que él les pedía, la iglesia es esa nueva arca que sirve de salvación para todos a través de las aguas del bautismo, a través de las cuales nos convertimos en hijos de Dios, en herederos del Padre, en miembros de la gran familia de Cristo.

Esta familia de Cristo que es la iglesia, está celebrando en estos días la navidad, el nacimiento del salvador, cuidemos bien de esta barca que es la iglesia, no dejemos que nunca encalle en las rocas del mundo, y si alguna vez se agujerea pidámosle a Dios que nos ayude a repararla para que podamos continuar navegando con suavidad por la vida porque estaremos viviendo de la mano de Dios y ¡con Dios siempre ganamos!