El anillo tiene un precio
EFE
Stephen Curry cobra más de 45 millones de dólares por temporada. Jayson Tatum, 28 millones. Son las dos estrellas de Golden State Warriors y Boston Celtics, que lucharán por el anillo de la NBA. Las entradas se venden a partir de 800 dólares. Y los anillos de campeón valen más de 20.000 dólares cada uno.
La NBA vive estas semanas su momento más importante de la temporada con las Finales entre los Golden State Warriors y los Boston Celtics, pero detrás de la apasionante lucha por el anillo y del combate puramente deportivo hay un enorme negocio en torno a una de las ligas más potentes del planeta.
Armar un equipo que aspire al título de la NBA no es algo barato.
Eso lo saben muy bien los Warriors ya que Stephen Curry es este curso el jugador mejor pagado de la NBA con 45,78 millones de dólares de sueldo (fuera de ahí quedan patrocinios u otro tipo de ingresos).
No anda lejos el otro ‘Splash Brother’, Klay Thompson, que con 37,98 millones este curso aparece en el puesto undécimo de los jugadores con más remuneración.
En cambio, Jayson Tatum es el mejor pagado de los Celtics con 28,10 millones pero eso ‘solo’ le sitúa en la posición número 35 de los sueldos más altos de la NBA (su compañero Al Horford está el 39 con 27 millones).
Una novedad de los Warriors en la búsqueda de su cuarto anillo en los últimos ocho años es que en esta ocasión no jugarán las Finales en el Oracle Arena de Oakland sino que lo harán al otro lado de la Bahía, en el Chase Center de San Francisco.
Inaugurado en 2019, justo cuando Golden State inició su calvario de lesiones con dos años fuera de los playoffs, el Chase Center costó 1.400 millones de dólares y tiene una capacidad para 18.000 espectadores.
El Chase Center no solo devolvió a los Warriors a San Francisco tras casi medio siglo en Oakland sino que también creó un magnífico corredor deportivo en la ciudad puesto que el Oracle Park de los San Francisco Giants de la MLB se encuentra a solo 15 minutos andando.
Los Celtics no ‘estrenan’ estadio pero es posible que en Boston la expectación sea -al menos ligeramente- mayor que en San Francisco dada su preocupante sequía de los últimos años.
Los ganadores de 17 anillos -los que más en la historia de la NBA junto a Los Angeles Lakers- no se llevan un título desde 2008 y estas serán sus primeras Finales desde 2010 (para los Warriors, estas son sus sextas Finales desde 2015).
La fiebre verde en Boston se refleja en el precio de las entradas según los datos de StubHub, que es el portal de referencia de reventa de entradas en Estados Unidos.
Así, con la información del miércoles 1 de junio, la entrada más barata para el primer partido, que se jugó en San Francisco este jueves, era de 782,81 dólares (incluidos gastos de gestión) mientras que para el tercer encuentro, que se disputará el miércoles 8 y que será el primero de la serie en Boston, el boleto más asequible costaba 973,80 dólares.
Ingresos descomunales por televisión
Para los que tengan un bolsillo más ajustado siempre queda la opción de la televisión y en Estados Unidos las Finales las emite la cadena ABC con producción de ESPN (ambas son propiedad del conglomerado multimedia de Disney).
En 2014, la NBA firmó una extensión de su acuerdo con ESPN y TNT, que incluye la temporada regular y los playoffs, por 24.000 millones de dólares a lo largo de nueve años, de acuerdo a la información de The New York Times.
No obstante, ese contrato acabará en la temporada 2024-2025 y CNBC aseguró el año pasado que la NBA aumentará mucho su factura para quienes quieran sus derechos de televisión, tanto que podría buscar entre 70.000 y 75.000 millones en total por nueve años.
Las Finales de la ‘burbuja’ de 2020 marcaron el récord de la peor audiencia en la historia de la NBA, pero en 2021, ya con la liga mucho más cerca de la normalidad tras la crisis de la pandemia, ABC tuvo 9,91 millones de espectadores de media, un 32 % más que en las Finales del año anterior.
Otro aspecto importante del negocio de las eliminatorias es el ‘pool’ de los playoffs, el sistema de la NBA para premiar a los equipos según lo lejos que lleguen en su aventura por el anillo.
El ‘pool’ de este año es de 17.317.334 dólares de modo que, por ejemplo, un equipo que cayó en la primera ronda se llevó 258.449 dólares de ese total, pero el que se quede el título se anotará 3.066.810 dólares además de lo que le corresponda por haber superado cada una de las fases previas.
También hay recompensa por los resultados de la temporada regular.
Así, antes de poner un pie en las eliminatorias, los Phoenix Suns ya se habían adjudicado 499.425 dólares por ser el mejor conjunto de la liga y 437.078 dólares más por ser los primeros del Oeste.
Con esos incentivos, resulta evidente que el gasto por los anillos de campeón de la NBA es el menor de los problemas para los equipos y algo que todos están dispuestos a asumir con una sonrisa y la cartera bien abierta.
En cualquier caso, el precio de esos reconocimientos no es una cantidad despreciable: según Los Angeles Times, los anillos de LeBron y compañía en 2020 costaron cada uno más de 20.000 dólares.