El 53avo Congreso Eucarístico Internacional, por María García de Fleury - 800Noticias
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María García de Fleury

Quito, la capital de Ecuador, fue la sede del Congreso Eucarístico Internacional del 8 al 15 de septiembre de 2024, con motivo de la celebración de los 150 años de la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, bajo el lema Fraternidad para Sanar el Mundo.

Para el evento, el cardenal venezolano Monseñor Baltasar Porras fue elegido como el delegado del Papa, un congreso eucarístico dirigido a laicos, sacerdotes y religiosos, donde la participación de los jóvenes fue destacada.

El 15 de septiembre, último día del evento, concluye con la Statio Orbis, una eucaristía multitudinaria marcando el cierre del Congreso.

Amigos, todo congreso eucarístico internacional tiene objetivo principal priorizar el sacramento de la eucaristía, elevándolo como el centro de la vida cristiana, la fuente y el culmen de la vida de la iglesia. Porque la eucaristía, como fuente de unidad y esperanza, tiene un papel central en la misión de la evangelización.

Cuando las personas centran el horizonte, la meta de su vida, en logros, éxitos, beneficios, se desarrollan sociedades marcadas por la indiferencia y el secularismo.

Existe una búsqueda incesante de autoafirmación, que al final se vuelve opresiva y cansadora, conduciendo a un mayor ensimismamiento y a un mayor individualismo. Concientizar lo que significa la eucaristía nutre a las personas de esperanza, de fe, de amor e impulsa a avanzar en fraternidad y renovación.

En el Congreso se resaltó que la imagen del sagrado corazón de Jesús está estrechamente ligada a la eucaristía y al conocimiento de las sagradas escrituras. Porque del corazón de Jesús brota la eucaristía, y la eucaristía nos configura con su corazón en dos movimientos simultáneos y rotativos, que a través de la comunión transforman nuestro corazón de piedra en uno semejante al del Señor.

Porque la escuela del corazón de Jesús es una verdadera escuela de amor. Se exhortó a la comunión frecuente, a la adoración eucarística, señalando que esos actos obran el milagro de la transformación interior que necesitamos para aprender a amar verdaderamente.

El logo de este Congreso Eucarístico Internacional representa la fraternidad para sanar el mundo, y usa varios elementos simbólicos como son la cruz de Cristo, el corazón abierto de Cristo en la cruz, la hostia que hace referencia a la eucaristía, y Aquito, ciudad en la mitad del mundo.

Vivir un mundo guiado por el mensaje de Cristo es la clave para que la maldad no triunfe sobre el bien. Por eso, el mensaje es una invitación a mantenernos firmes en la fe, incluso en los momentos más oscuros, sabiendo que el amor y la verdad siempre van a prevalecer.

Es momento de dejar atrás las quejas, las lamentaciones, y comenzar a trabajar con un enfoque que priorice la reconciliación y el amor que Cristo enseñó. Hagamos de la fraternidad un pilar que transforme nuestro mundo. Cuando colocamos la fraternidad en el centro de nuestras vidas, el amor de Dios se manifiesta en cada instante.

Este Congreso Eucarístico no debe ser solo un evento, sino todo un movimiento que, entre otras cosas, incluya peregrinaciones eucarísticas, adoraciones eucarísticas, así como la preparación para la Agenda 2033, que marcará el 2000 aniversario de la Pasión y Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Dos mil años de redención es algo que hay que celebrar en grande, porque Dios vino a la tierra a salvarnos, y con Dios siempre ganamos.

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