¿Dónde dice que hay que defender la vida?, por María García de Fleury
María García de Fleury
A través de los años, muchas de las enseñanzas se le han puesto nombres, pero el contenido siempre es el mismo. Por ejemplo, en el tiempo en que el pueblo de Israel se encontraba en Egipto, el nuevo rey dijo, miren que los hijos de Israel forman un pueblo más numeroso y fuerte que nosotros. Tomemos precauciones para que no sigan multiplicándose, y empezaron a oprimirlos y los esclavizaron. Y mientras más los esclavizaban a los israelitas, tanto más crecían y se multiplicaban.
Entonces, el rey de Egipto obligó a las parteras a matar a los niños varones que nacieran. Pero las parteras le temían a Dios y no lo hicieron, dejaron a los niños varones con vida. No podían cumplir los dos mandamientos, el de no matar y el de obedecer a la autoridad. Optaron por el de no matar, porque Dios es más importante que la autoridad. Hay que obedecer primero a Dios y después las leyes de los hombres. Las parteras fueron bendecidas por Dios por no obedecer al rey.
La Biblia enseña que la vida humana es diferente de otros tipos de vida, porque los seres humanos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Dios creó al hombre a su imagen, en la imagen divina lo creó, hombre y mujer lo creó, así dice el primer capítulo del Génesis. La palabra crear se usa tres veces, haciendo hincapié en un momento especial de la coronación de todo el proceso de Dios de hacer el mundo y todo en él. El hombre y la mujer se dan dominio sobre todo lo demás en el mundo visible. Nosotros no somos un puñado de células al azar, lanzadas juntos por algunas fuerzas impersonales, todo lo contrario. Dios Eterno conocía a cada persona desde antes de hacerla y deliberadamente llamó a que naciéramos.
El Salmo 8 dice, Señor, ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él? ¿Qué es el hijo de Adán para que lo cuides? Has hecho que domina las obras de tus manos, tú lo has puesto todo bajo sus pies. Ahí está la clave, Dios hizo al hombre y a la mujer y considera que somos muy valiosos, tanto así que se convirtió en uno de nosotros y murió por nosotros.
Todo esto claramente contradice la declaración que se hace con el aborto al considerar a la vida humana desechable. La Biblia enseña que los niños son una bendición. Dios ordenó a Adán y a Eva, diciéndoles sean fecundos y multiplíquense. ¿Por qué? Dios mismo es fértil. El amor siempre se desborda en la vida. Hombre y mujer, queriéndolo o no, cooperan con Dios en traer la vida al mundo.
La Biblia enseña que el niño en el vientre es realmente un niño humano que incluso tiene una relación con el Señor. El Salmo 139 dice, Señor, mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en lo secreto. Y en el Salmo 22 dice, confío en el Señor que me has sacado del vientre de mi madre, me has confiado a sus pechos maternales, me entregaron a ti apenas nacido, tú eres mi Dios desde el seno materno. El Salmo 106 dice, se mezclaron con las naciones y aprendieron sus obras, sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, derramaron sangre inocente y lo sacrificaron a los ídolos, profanando la tierra con derramamiento de sangre.
Aunque esto lo hicieran como un ritual religioso, Dios jamás ha tolerado la matanza de niños. Defender la vida es trabajo de todos los que creemos en Dios y recordemos que con Dios ¡siempre ganamos!
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