Don Bosco, educador modelo, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por María García de Fleury

En el siglo XIX en el norte de Italia, Juan Bosco, veía por las calles niños y jóvenes explotados por gente sin escrúpulos, huérfanos, encerrados en las cárceles, se dio cuenta de que no existían jóvenes malos por esencia, sino que hay jóvenes buenos a quien nadie les ha dicho lo bueno que son; entonces decidió ofrecerle a los niños y a los jóvenes una educación integral que no solamente abarcara aspectos académicos sino también formación moral y espiritual.

Comenzó defendiendo los derechos de los niños y jóvenes huérfanos, de los que vivían en las calles, los que eran explotados en el trabajo, incluso los que estaban presos; se dio cuenta de que todos estos jovencitos necesitaban una madre que los atendiera por eso recurrió a su propia mamá y le pidió que lo ayudará a encargarse de la casa donde estarían, pero demás y sobretodo acudió a la Madre de Dios en su advocación como María Auxiliadora de los Cristianos e hizo que todos estos muchachos fueran devotos de ella.

Para sacarlos de la explotación habló con el jefe de una empresa convenciéndolo de que con los contratará como aprendices y se puso él y uno de los jóvenes como garante, así empezó a hacer que el trabajo fuera un medio educativo y no de explotación. Esto resultó ser una acción visionaria que trascendería en el tiempo porque está labor de rescate y educación en defensa de los menores de edad y de los obreros lo realizó 15 años antes de que Carlos Marx escribiera su famoso libro El Capital y casi 100 años antes de que la Organización de las Naciones Unidas declarará la Convención sobre los Derechos del Niño, mostrando una vez más cómo el amor a Cristo y el seguir sus enseñanzas lleva a darle respuesta a los desafíos y problemas de la sociedad y a brindarle a las personas posibilidades para su desarrollo personal.

Don Bosco fue y sigue siendo un hombre de muchas facetas, sacerdote, consagrado servidor de los niños y los jóvenes como educador, fue pastor, evangelizador, profeta, fundador de la Congregación de los Salesianos a la que siguió la Congregación de las Salesianas. Fue escritor y principal promotor de la imprenta, hombre de oración y de acción solidaria con los pobres con los más necesitados, con los niños y jóvenes de la calle.

Frente a las realidades muy concretas y difíciles que  vive el mundo de hoy especialmente frente a los discursos de violencia, odio desesperanza y abandono, entre otros, los educadores y evangelizadores están llamados a volver a su mirada hacia Don Bosco y la labor que realizó en su tiempo; él enfrentó las problemáticas graves de la sociedad con acciones muy concretas basándose sobretodo en la educación, el cariño, el amor familiar que le brindaba a todos y sobre todo la fe que les inculcaba con sus palabras y ejemplos, ese fue su poder transformador, esa debe ser la inspiración para todos los que se preocupan por los niños adolescentes y jóvenes buscando un mundo más armónico y justo.

Amigos el 31 de enero de cada año recordamos a Don Bosco con agradecimiento como ejemplo de hombre sacerdote íntegro que entrego su vida especialmente por los niños y jóvenes para que se educaran y crecieran como dignos hijos de Dios, porque él sabía que con Dios ¡siempre ganamos!

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