Benzema lideró una noche mágica del Madrid - 800Noticias
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EFE

El Real Madrid derrotó por primera vez en su historia al Chelsea con un triunfo 1-3 en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones en Stamford Bridge con un triplete del francés Karim Benzema, que deja al equipo de Carlo Ancelotti a puertas de las semifinales.

Benzema, en una de sus noches mágicas donde se carga al Real Madrid a la espalda, decidió que la eliminatoria sufriera un vuelco en Londres. Tres goles, dos en 180 segundos, para el delirio de la afición blanca que vio cómo el campeón de Europa y del mundo claudicó ante el mejor futbolista del mundo, el que a sus 34 años vive el momento más dulce de su vida. Dos cabezazos desenterrados de pelotas que parecían imposibles de mandar a la red y otro tanto de pillo, de pasión, de confiar siempre.

En el primer gol, el Real Madrid hizo como el Brentford hace cuatro días, desarmó la defensa ‘Blue’ en tres toques. Una pared entre Benzema y Vinicius para que el brasileño sacara una centro hacia la línea de fondo. La pelota le quedó atrás al galo, pero no importó. La mandó a una escuadra. Tuvo que saltar la seguridad al campo para que Vini Jr. no saltara a la grada.

El segundo momento de euforia tardaría tres minutos en llegar. Otra vez el Real Madrid en tres cuartos, otra vez el Chelsea perdido. Modric, de primeras, puso el balón al área y Benzema, cayéndose hacia atrás, en la posición más incómoda de todas, le cruzó el remate de cabeza a Mendy, a ese muro senegalés al que nadie le había encontrado las cosquillas en el último año y medio. Hasta que llegó Benzema. 36 goles en 36 partidos. Primer francés en marcar 10 goles en una ‘Champions’. Jugador de culto.

El Real Madrid había encaminado la eliminatoria en 25 minutos, pero además había gozado de un larguero de Vinicius y tendría el tercero en las botas de Dani Carvajal, que hizo un movimiento de Cruyff en el área, pero le faltó colmillo ante Mendy, y en las de Benzema, que erró la más clara de todas, a un metro de la portería tras un fallo de Jorginho.

Al Chelsea, tocado, pero no hundido, le despertó su calidad innata. Jorginho encontró el hueco en el carril central. Tuvo tiempo para pensar y poner un centro al segundo palo que Carvajal no supo leer. Havertz apareció a bocajarro y cabeceó. Courtois llegó a tocar la pelota, pero iba con demasiada violencia y entró.

A los de casa se le abría un rayo de luz en el negro cielo de Londres, que no paraba de descargar agua. Los resbalones eran constantes, los patinazos también. El peor, lo protagonizaron Mendy y Rudiger. En una pelota muerta, Mendy la controló, vio la presión de Benzema y se la entregó a Rudiger, pero le dio mal. El francés encimó, Rudiger se puso nervioso y le quitó la pelota. A puerta vacía, Benzema hizo su ‘hat trick’.

Quedó tiempo para remontar y el Chelsea, con su público, apretó. La mejor ocasión la tuvo César Azpilicueta con un remate a una escuadra que salvó Courtois a mano cambiada. Romelu Lukaku, solución de emergencia de Tuchel, pagó su inactividad con un remate solo, en el corazón del área, desviado. Havertz, Mount, todos los intentaron sin suerte.

Con otra exhibición europea, el Real Madrid avista las semifinales. Le quedará un duelo en el Santiago Bernabéu para vengar la derrota del año pasado y demostrar que el fútbol inglés está muy bien, pero Benzema es mucho mejor.

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