Dios y el sufrimiento, por María García de Fleury - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

¿Cómo se puede afirmar la existencia de un Dios amoroso teniendo en cuenta tantas desgracias humanas, tantos desastres naturales de muchos tipos, pandemias, violencia y muertes de inocentes?, sin embargo, cuando leemos la biblia creo que nadie puede llegar a la conclusión de que la creencia de un Dios de amor sea de algún modo incompatible con el sufrimiento.

No hay duda de que Dios amó a Noé, sin embargo, lo hizo pasar por la prueba indecible de un diluvio que aniquiló casi toda la tierra. Dios amó a Abraham y le pidió que sacrificara con su propia mano a su amado hijo Isaac, por otra parte, Dios amó a Moisés y sin embargo impidió que el gran libertador entrara en la tierra prometida.

David fue un hombre según el corazón de Dios y, sin embargo, Dios castigó a David por su adulterio y su conspiración para asesinar y llevando esta dinámica a su máxima expresión Dios entregó a su hijo unigénito para que fuera torturado hasta la muerte de cruz.

Amigos, hay algo interesante en estas y muchas otras narraciones de la biblia, porque los autores bíblicos no veían contradicción alguna entre la afirmación de la existencia de un Dios que ama y el hecho del sufrimiento humano, incluso del sufrimiento humano inmerecido, más bien lo apreciaron como misteriosamente un ingrediente del plan de Dios y propusieron varios esquemas para entenderlo, por ejemplo, a veces especulaban que el sufrimiento se impone como castigo por el pecado, otras veces pensaban que podía ser un medio por el que Dios realice una purificación espiritual para su pueblo, otras veces pensaban que podía ser la única manera de que dadas las condiciones de un universo finito, Dios pudiera producir ciertos bienes.

Los autores de la biblia también reconocieron que la mayoría de las veces simplemente no sabemos cómo encaja el sufrimiento en los designios de Dios, y esto se debe precisamente a que nuestras mentes finitas e históricamente condicionadas no podrían ni siquiera en principio comprender las intenciones y propósitos de una mente infinita que se ocupa de todo el espacio, que se ocupa del tiempo.

Prácticamente todo el peso del libro de Job consiste en mostrar esto, cuando Job protesto contra lo que consideraba la enorme injusticia de sus sufrimientos, Dios respondió con un discurso muy largo, de hecho, es el discurso más largo que hay en la biblia, recordando a Job cuantos de los propósitos de Dios desconocía él, y le pregunta Dios a Job: ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?

No dudo de que muchos sientan hoy que el sufrimiento representa un obstáculo insuperable para la fe en Dios, pero si el sufrimiento humano socava tu fe en Dios, entonces sencillamente no crees en el Dios presentado por la biblia.

El sufrimiento es un misterio, al igual que Jacob que luchó toda la noche con el Ángel, nosotros no debemos renunciar a Dios, sino luchar con él. Nuestro sufrimiento no debe llevarnos a descartar el amor divino sino a apreciarlo como algo más extraño de lo que jamás imaginamos.

Es perfectamente comprensible que como Job gritemos nuestra protesta contra Dios, pero entonces como ese gran héroe espiritual debemos estar dispuestos a escuchar la voz que responde desde el torbellino, porque Dios sabe mucho más que nosotros y con ¡Dios siempre ganamos!