Día de la Sagrada Familia, por María García de Fleury
Por María García de Fleury
La Iglesia honra de una forma muy especial a la familia y este tiempo de Navidad y frente al Año Nuevo, porque la familia es el lugar elegido por Dios para que nazcan los nuevos habitantes y pobladores del mundo, para que crezcan las sociedades y puedan permanecer en el tiempo.
En todas las sociedades el tener hijos es algo vital de suma importancia para mantenerse; sin hijos las sociedades se autodestruyen. En demografía, se dice que el primer hijo reemplaza el segundo a la madre, el tercero a los que no pueden tener hijos y a partir del cuarto, hijo es lo que se considera como aumento de población.
La iglesia honra a la Sagrada Familia de Jesús María y José, y al honrarlos también honramos a todas las familias grandes o pequeñas y a la iglesia como familia de Dios. El hogar familiar de Jesús, María y José fue sin duda en muchos sentidos como cualquier otro hogar y se habrían relacionado con familiares, vecinos, amigos con sus acuerdos y desacuerdos, habrían habido conversaciones, celebraciones dónde se hablaban, se divertían, rezaban juntos, trabajaban para ganarse la vida, se ponía la comida en la mesa, se asistía a reuniones de familiares y amigos, hubo malentendidos con gente de la comunidad.
Se habría vivido una vida familiar normal en todos los sentidos, con los desafíos que enfrentan la mayoría de las familias, lidiando con los problemas que constituye nuestra vida diaria, donde también encontraron la muerte de sus seres queridos, entre ellos la muerte de San José, aunque no se sabe con exactitud cuándo murió pero lo más probable es que falleciera antes del ministerio público de Jesús.
De lo que estamos seguros es que las características primordiales de su hogar era el amor por encima de todas las cosas para poder preveer la comprensión y la armonía; esto es significativo porque revela el amor de Dios por la vida familiar.
Dios Padre permitió que su divino hijo viviera esta vida y como resultado elevó la vida familiar a un lugar dentro de la Santísima Trinidad.
La santidad de la familia y de la Sagrada Familia revela que todas las familias están invitadas a participar de la vida divina de Dios y a vivir la vida cotidiana con gracia y virtud.
Algunas familias son fuertes en virtud, otras luchan con la comunicación básica, algunos son fieles día día, otros están destrozados y profundamente heridos. No importa el caso, debemos saber que en todos los casos Dios quiere entrar más profundamente en tu vida familiar tal como es.
La Sagrada Familia invita a ver cómo a través de nuestras obligaciones y relaciones familiares nuestras familias se convierten en mensajeros de la familia de Dios que é quiere crear en la tierra, porque los hogares felices son fruto de nuestra fidelidad al Señor, Dios quiere darte fuerza y virtud para que vivas como la Sagrada Familia, date la oportunidad de vivir en familia, invita a Dios a ser parte de tu familia, una familia Santa porque estarás con Dios y con Dios siempre ganamos!
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