Desplegarán 10 mil funcionarios para garantizar seguridad del Dakar 2017
EFE
El Gobierno de Bolivia prevé movilizar entre 8.000 y 10.000 policías y militares para dar seguridad a competidores y espectadores durante el paso del rally Dakar por territorio boliviano en 2017.
Lo anunció hoy el ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en una rueda de prensa ofrecida en La Paz junto al francés Etienne Lavigne y el español Marc Coma, máxima autoridad y director deportivo del Dakar, respectivamente.
Quintana explicó que la nueva edición del rally será «muy exigente» para las fuerzas de seguridad por la extensión del recorrido, que abarcará territorios en las regiones occidentales de La Paz, Oruro y Potosí.
Señaló que si en la última versión de la competición fueron desplazados de 2.500 a 3.000 uniformados, en 2017 serán necesarios «alrededor de 8.000 a 10.000 soldados de las Fuerzas Armadas y la Policía por la extensión de la ruta», que irá desde la frontera con Argentina hasta los límites con Perú.
«Vamos a maximizar la seguridad para minimizar el riesgo, para dar la mayor seguridad tanto a la gente como a los competidores», añadió Quintana.
La autoridad y los organizadores destacaron la importancia de la coordinación con las Fuerzas Armadas, ya que la mayoría de los campamentos del rally en Bolivia estarán en instalaciones militares.
El Dakar 2017 comenzará en Asunción el 2 de enero próximo y atravesará Bolivia y Argentina, con la etapa final en Buenos Aires, tras doce días de carrera.
Será la novena edición consecutiva en suelo sudamericano después de tres décadas atravesando las dunas del desierto del Sahara.
Es la cuarta vez que Bolivia es incluida en el recorrido del rally, que, además del salar de Uyuni, sumará ahora a sus escenarios el altiplano paceño y el lago Titicaca, compartido con Perú y situado a más de 3.000 metros de altitud.
Lavigne señaló que están desplazados equipos en los tres países para la preparación y el reconocimiento del recorrido, que será presentado con mayor detalle en diciembre próximo.
Añadió que el paso por Bolivia «es una parte crucial en la próxima edición del Dakar«, ya que el trazado que se ha hecho es «muy duro».
Coma coincidió con Lavigne al indicar que la dificultad de la competición será mayor al ingresar a Bolivia por las condiciones de varias pistas elegidas y vaticinó que «los equipos que no lleguen bien preparados lo van a tener muy difícil para terminar» el rally.
«El Dakar es la carrera más dura del mundo y os puedo asegurar que el próximo año lo seguirá siendo y marcará un punto en la historia de la carrera», afirmó.
La prueba ingresará a territorio boliviano el 5 de enero, cuando los competidores llegarán a la localidad de Tupiza, en Potosí, y desde allí disputarán una etapa hasta Oruro.
Según Coma, la etapa entre Oruro y La Paz «va a ser la gran sorpresa» de la nueva edición del Dakar y «puede ser una de las que marque historia», por un lado porque se correrá cerca del lago Titicaca, pero además «por la dureza» del recorrido.
A juicio del español, para muchos de los pilotos «llegar a La Paz ya será una odisea total», pero ese esfuerzo será bien recompensado porque la etapa concluirá en un podio especial en la plaza mayor de San Francisco, donde competidores y espectadores disfrutarán «de una manera mucho más cercana lo que es el Dakar«.
Tras un día de descanso en la ciudad sede del Gobierno boliviano, la competencia se reanudará con otra etapa hasta Uyuni y desde allí retornará el 10 de enero a Argentina.