Defender la vida, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Los nuevos avances en el conocimiento de la biología molecular del embrión y del feto han llegado a la conclusión de que desde el primer instante de la concepción estamos ante una nueva vida humana distinta de sus progenitores y que, aunque dependiente y en fase de desarrollo, merece el respeto y la protección de la que gozan todos los seres humanos.
Científicamente, hoy se sabe que existe un ser humano desde que se da la unión del espermatozoide con el óvulo en el vientre materno, siguiendo con la maternidad de los 9 meses promedio que supone el embarazo y el nacimiento, la niñez y todas las etapas del crecimiento y desarrollo que suponen en una persona hacer todo un ciclo de vida hasta llegar a la vejez, la vejez misma en todas sus tonalidades, hasta llegar a la muerte natural. Por eso, defender el valor y la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte es un tema de derechos humanos y no simplemente una cuestión de preferencia personal o elección privada y no debería ser objeto de debate ni político ni religioso.
La defensa de la dignidad y del valor de la vida humana es la primera condición necesaria para encontrar la justicia, para encontrar la paz en nuestra convivencia ciudadana que está tan herida y donde convergen democracia y derechos humanos.
Hablar en favor del aborto y decir “tengo derecho a hacer lo que quiera” es convertir al aborto en su principal mandato y Dios dijo “no tengas otros dioses”. Cuando usamos una palabra como derecho cambiándole el significado, llegamos a lo que los griegos llamaban “falacias lógicas”.
Los partidarios del aborto en general exigen derechos al aborto debido a sus creencias personales, pero condenan a quienes defienden el derecho a la vida por sus creencias personales. Los promotores del aborto dicen que por motivos de conciencia violarían los derechos de las mujeres y por lo tanto causarían desigualdad, pero niegan el derecho de informarle a las mujeres sobre el aborto en las puertas de las clínicas, niegan que se pueda rezar por el fin del aborto porque eso estaría obstaculizando sus derechos.
Amigos están vendiendo una mentira mezclándola con cosas que son verdaderas para confundir a la gente, por eso es necesario resaltar que maternidad no solamente significa madre, sino que también significa matar al bebé de mamá, después de lo cual como por arte de magia ya ella no es madre en absoluto.
El tema de la defensa de la vida es un asunto no negociable, porque la vida humana debe estar por encima de todo asunto, porque la vida humana es creación de Dios y ¡con Dios siempre ganamos!
