¿De dónde vino José?, por María de Fleury - 800Noticias
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¿Por qué escogió Dios nuestra tierra para colocar en ella al hombre al que creó libremente a su imagen y semejanza? La única respuesta es que ese es el secreto de su amor. Pero Dios todavía miraba su designio más maravilloso, el de dar su propio hijo eterno y finito como él para que enseñara cómo hacer una humanidad renovada.

Escogió un pueblo, una región, una familia, una fecha. Y aquí entra José, un personaje del cual solo sabemos que nació en Belén. Lo escaso que sabemos de José es por las poquitas veces que aparece en el Evangelio, tanto de Mateo como de Lucas.

Si materialmente sabemos muy pocas cosas de José, espiritualmente la vida de San José dice maravillas. Por él empieza el Evangelio, porque él es el heredero de la promesa que Dios hizo a lo largo de los siglos a propósito del Mesías que sería enviado como descendiente del rey David.

San Mateo, que es el primer evangelista, comienza sus relatos con estas palabras: Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Esa genealogía que arranca desde el gran patriarca Abraham se termina en José. Después de él, el Evangelio no menciona a ningún hijo de David. Todo es realizado por Cristo, hijo de María, esposa de José.

La larga lista de los patriarcas puede parecer cansona por la repetición de la palabra engendró, es decir tuvo por hijo, que se repite 39 veces. Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, y así sigue. Con San José todo cambia. Las formas estereotipadas cesan y ya no se repiten más. La sustituye otra forma que no será jamás repetida porque se basta así misma: José, el esposo de María y el que nació Jesús que se llama Cristo. Esta frase tan corta es de una gran importancia, porque sitúa en plena luz la persona de José, así como su visión.

Él es hijo de David, él es el ultimo de la serie. Después de él ya no hay más que un hijo de David, el hijo por excelencia, Jesucristo. María, por su matrimonio con José, da a luz al hijo que ha concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Una ascendencia davidica, del rey David. De esta manera se cumplen todas las profecías.

El hijo de Dios acepta tener una genealogía humana y esta genealogía no es otra sino la genealogía de San José. No se puede estar más unido a una persona que teniendo la misma genealogía. San Mateo podía haber escrito perfectamente que era la genealogía de José, el hijo de David . Pero esta identidad introduce a San José en lo más íntimo del misterio de la encarnación y de la redención. Resalta el valor del matrimonio entre José y María que tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. Habla de pertenencia a una familia. Dios quiso que Jesucristo naciera en medio de una familia.

El Evangelio en la familia es alegría que tiene el corazón. Llena la vida entera y genera conciencia en los jóvenes acerca de la importancia de la formación en la verdad del amor y de dónde se inicia. Esta genealogía que resume lo que nosotros llamamos Historia Santa contiene datos de personas que son dignas de elogio y también de personas que son pecadores y pecadoras entre sus antepasados. Dios quiso que la genealogía de Jesucristo estuviera llena de todo tipo de personas, para que la humanidad supiera que él está ahí para todos. Que quien se acerca a Dios y cumple con sus mandatos termina dándose cuenta de que con Dios siempre ganamos!