¿Cuánto debe durar una ducha según los expertos? - 800Noticias
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Algunas personas prefieren baños cortos, que no demandan demasiado tiempo, mientras que otras disfrutan estar bajo el agua por más de 15 minutos. Aunque establecer cuánto debe durar una ducha depende de varios factores, los expertos coinciden en que un promedio de 8 minutos es lo óptimo.

Veamos, entonces, por qué los baños cortos son insuficientes y los demasiado largos pueden traer complicaciones. Además, analizaremos la temperatura del agua recomendada, la elección del tipo de jabón, el impacto ambiental del gasto de agua y la técnica básica para un lavado correcto.

¿Por qué las duchas deberían durar 8 minutos?
Está claro que bañarse es una acción indispensable para mantener la salud y la higiene. Pero ¿es correcto quedarse bajo el agua durante 15 minutos? Al contrario, ¿una ducha de solo 3 minutos puede higienizar el cuerpo completo?

Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, el promedio de baño debe ser de unos 8 minutos. La institución asegura, además, que pasarse de los 15 minutos es negativo, tanto para la piel como para el medioambiente.

Si bien no existe una regla oficial, muchos expertos coinciden en que un lapso estimado de entre 5 y 10 minutos para las duchas diarias es más que suficiente. En este sentido, se hace hincapié en no excederse por una cuestión de ahorro de agua. Cada minuto bajo la ducha implica un consumo de entre 20 y 25 litros.

¿Qué ocurre con las duchas demasiado largas?

Los baños muy largos pueden deshidratar la piel. Si los mismos, además, se combinan con agua caliente en exceso, es posible que se eliminen aceites naturales de la epidermis y se abran brechas en la barrera defensiva dermatológica. Por lo tanto, podría facilitarse una infección por el ingreso de microorganismos.

La consecuencia del baño prolongado es el deterioro del manto hidrolipídico de la piel. Es decir, de la capa de grasa que se encarga de retener la humedad.

Si la humedad no puede retenerse, se potenciará la sequedad y el picor. Esto será contraproducente, sobre todo, para personas con dermatitis atópica, psoriasis o eccemas, como lo aclara la Asociación Americana de Dermatología.

¿Y las duchas cortas?

El principal problema de un baño corto es que no lleguemos a higienizar la totalidad del cuerpo. Si las bacterias crecen en exceso por una higiene deficiente, podrían aparecer malos olores y aumentaría el riesgo de infecciones; algo que complica a las personas con acné.

El baño sirve, además, para que las células muertas se desprendan y no se acumulen. Así, el tejido nuevo que se forma constantemente puede ocupar ese lugar y cumplir mejor las funciones de protección.

De nuevo, en personas con acné, esto es crucial para reducir la incidencia de los brotes. Una ducha corta no ayudará a dicha exfoliación natural.

Otros aspectos a tener en cuenta, además de cuánto tiempo ducharse

Ya sabes cuánto tiempo habría que ducharse, pero hay otros detalles a considerar. Todos ellos contribuyen a una correcta higiene del cuerpo.

Frecuencia

Los expertos coinciden en que una ducha diaria es suficiente, a menos que luego se practique ejercicio o cualquier otra actividad que genere sudor. En ese caso, bastará con un segundo baño de no más de tres a cinco minutos, que concentre la limpieza en axilas y en las demás zonas de transpiración excesiva.

Tipo de piel

Otra cuestión central es conocer el tipo de piel que tenemos. Si bien existen hasta 16 categorías, lo más importante al ducharse es reconocer si poseemos una piel con tendencia a la sequedad o una piel grasosa.

En el primer caso, se aconsejan baños más cortos, entre 5 a 7 minutos, y con agua tibia. En el segundo, la frecuencia puede extenderse hasta los 10 minutos y se preferirán jabones no comedogénicos.

Temperatura del agua

Los expertos coinciden en que el agua ideal para bañarse debe estar tibia. De esta manera, se eliminan la suciedad y los gérmenes, sin incomodarnos y sin lastimar la piel. El agua en exceso caliente favorece la pérdida de los aceites naturales que protegen la epidermis, por lo que aumenta la resequedad y aparece comezón.

Por el contrario, las duchas de agua fría aportan beneficios, como reducción del dolor muscular y de algunas inflamaciones. Además, mejoran la circulación sanguínea, ayudan a tonificar la piel y generan, a la mañana, un estímulo para despertarse.

Sin embargo, no todas las personas disfrutan esta temperatura. Y para obtener sus beneficios, según una investigación del año 2016, hay que usar agua fría de manera continua, al menos por un mes.

 

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