¿Cuán peligrosos son los óxidos de nitrógeno?
Con información de DW
Los óxidos nítricos son compuestos químicos gaseosos formados por la combinación de oxígeno (O) y nitrógeno (N). Pertenecen a las llamadas «sustancias nocivas masivas” en el aire y se generan, sobre todo, en la quema de combustibles fósiles. El dióxido de nitrógeno (NO2) y el monóxido de nitrógeno (NO) son los principales contaminantes. También hay óxidos de nitrógeno naturales. Los ralámpagos, por ejemplo, los producen. Cerca de un 20 por ciento de los óxidos nítricos son de origen natural.
Dióxido de nitrógeno (NO2)
Cuando inhalamos grandes concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2), primero irrita la membrana mucosa. Tiene un olor penetrante, es un gas de un color pardo-rojizo y es mucho más peligroso que el monóxido de nitrógeno (NO).
También arde en los ojos. Este gas es poco soluble en agua y penetra en los pulmones, donde puede causar inflamaciones e irritar fuertemente el tejido pulmonar. Como consecuencia, los pulmones dejan de funcionar óptimamente, y se pueden producir edemas pulmonares.
Afecta sobre todo a personas con enfermedades en las vías respiratorias, como asmáticos y personas con enfermedades pulmonares crónicas. Ellos pueden experimentar de forma seguida violentos ataques de asma o asfixia.
Monóxido de nitrógeno (NO)
El monóxido de nitrógeno afecta en menor medida el tejido pulmonar. Se pueden absorber mayores cantidades porque la sangre lo reparte en el cuerpo. Afecta a todo el organismo, y dilata, por ejemplo, los vasos sanguíneos.
¿Cómo se generan los óxidos de nitrógeno?
Son liberados al aire sobre todo desde escapes de vehículos motorizados, y producto de la combustión de carbón, petróleo y gas natural.
El monóxido de carbono se oxida rápidamente en presencia de oxígeno y se convierte en dióxido de nitrógeno. Los óxidos nítricos no solo afectan a los humanos, sino también a las plantas y acidifican el suelo.
Gudrun Heise (VT/ERS)