Cristiano se vuelve «CR35», hambriento de más récords
EFE
El portugués Cristiano Ronaldo, delantero del Juventus Turín, celebra este miércoles su 35 cumpleaños en su mejor momento de forma, con una racha abierta de nueve partidos consecutivos marcando y hambriento de títulos y más récords para una carrera de leyenda.
«Con Cristiano cada entrenamiento es un Boca-River», decían desde el Real Madrid a EFE cuando el luso vestía la camiseta blanca, una definición que resume perfectamente la actitud, la motivación y la ética de trabajo de un jugador que, a sus 35 años, sigue dominando el fútbol mundial.
No es casualidad que Cristiano, que supera los 200 millones de seguidores en Instagram, haya publicado este miércoles en sus redes sociales un vídeo en el que hace ejercicios de potencia y velocidad con el Juventus en el centro deportivo de la Continassa para celebrar su cumpleaños.
«Feliz cumpleaños a mí», es el mensaje escrito por CR7, cuyo contenido superó las 3 millones de visualizaciones en apenas treinta minutos.
Cinco Copas de Europa, cinco Balones de Oro, una Eurocopa, 722 goles son solo algunos fríos números que describen, parcialmente, la trayectoria de un jugador que marcó una época y que, a base de talento y deseo de superación, ha logrado mantener un nivel «top» año tras año.
El delantero luso firmó en su carrera 5 goles con el Sporting Lisboa, 118 con el Manchester United, con el que conquistó su primera Liga de Campeones, 450 con el Real Madrid en una etapa gloriosa con cuatro Copas de Europa, y 50 con el Juventus, por el que fichó en verano de 218.
A ellos se suman los 99 goles anotados con la selección lusa, a la que guió en 2016 hacia la histórica conquista de la Eurocopa de Francia 2016 y con la que buscará defender el título el próximo junio.
El niño nacido en Funchal en 1985 se convirtió en una absoluta leyenda del deporte y en una máquina de récords: es el máximo artillero absoluto de la Liga de Campeones, con 128 goles, el jugador que más goles marcó en una campaña europea (17), el que marcó en más finales (3) y el único capaz de encadenar once partidos europeos consecutivos viendo puerta, entre muchos más registros personales.
La lista de títulos y de récords es larguísima, pero el hambre de Cristiano es insaciable y, a sus 35 años, el luso sigue buscando más.
Busca devolver al Juventus, club que perdió siete finales europeas, una Copa de Europa que le falta desde 1996 y puede igualar al holandés Clarence Seedorf como futbolista capaz de coronarse Rey de Europa con tres clubes distintos.
Quiere igualar al argentino Lionel Messi como jugador con más Balones de Oro (6), después de que el delantero del Barcelona le superara el pasado diciembre, entre las polémicas del Juventus.
Todos estos desafíos motivan a Cristiano, que empezó el año 2020 de forma sobresaliente, con diez goles en seis partidos. Firmó el 6 de enero el triplete número 56 de su carrera y alcanzó el último domingo, ante el Fiorentina, los 50 goles con la camiseta del Juventus.
En total, lleva nueve partidos consecutivos viendo puerta en la Serie A y ya puso en su objetivo al argentino Gabriel Omar Batistuta y el italiano Fabio Quagliarella, que ostentan el récord absoluto por la racha más larga del torneo italiano.
A nivel absoluto, Cristiano ya fue capaz de encadenar una racha de once encuentros ligueros consecutivos marcando. Fue en la Liga 2013-2014, cuando vestía la camiseta del Real Madrid y cuando terminaría levantando la Décima de las trece Copas de Europa de la historia madridista.
«Podríamos citar sus números, extraordinarios e impresionantes, o quizás podríamos buscar nuevos adjetivos para describirle. La verdad, sin embargo, es que Cristiano ya ha superado desde hace tiempo los límites de lo descriptible», fue el mensaje de felicitación publicado este miércoles por el Juventus en su página web.
«CR7 viste nuestra camiseta desde hace un año y medio y juntos hemos vivido momentos inolvidables, con la sensación de que lo mejor todavía está por venir», agrega el conjunto campeón de Italia.
Una sensación de poder que Cristiano sigue ofreciendo partido tras partido, para demostrar que su dominio del fútbol mundial está todavía muy lejos de acabar.