Crece la diáspora médica en hospitales y clínicas
Con información de Panorama
El sector salud también es golpeado por el éxodo masivo que se acrecenta en el país. Tanto la red hospitalaria pública como la privada en Maracaibo, viven por igual una perenne diáspora médica.
A diario llueven las renuncias de los profesionales de salud para sumarse a los casi 4 millones de venezolanos en el exterior.
En el Hospital General del Sur, no se están aprobando egresos debido a la gran fuga de personal. En lo que va de año, no hay enfermeras que quieran permanecer en el recinto, bien sea por las condiciones laborales, como la falta de insumos y maquinaria operativa, o por el factor económico: su sueldo no cubre las necesidades básicas.
Aunque no hay cifras oficiales ni precisas debido a la constante emigración, alrededor de 320 profesionales de enfermería renunciaron en el último trimestre del 2017, aseguró una enfermera que por más de 15 años labora en el hospital.
“Ayer renunció una, hoy se fue otra. Cada 24 horas se va alguien, incluso hay quienes no pasan por el proceso administrativo, un día se van y no vuelven más”, sostuvo la trabajadora.
La realidad se vive también en el Hospital Central de Maracaibo, donde más de 100 enfermeras dejaron sus puestos de trabajo desde noviembre hasta la fecha.
En el área de observación unas 3 enfermeras atienden a 7 pacientes por día. Los médicos renuncian con mayor discreción, aunque refieren, extraoficialmente, unas 20 renuncias desde octubre, según los trabajadores.
En el Hospital Chiquinquirá, la renuncia “se contagia” entre los trabajadores de salud. Una doctora, que prefirió no identificarse, explicó que por lo menos unos 15 profesionales han cesado sus labores en el recinto, y en los pasillos “abundan” planes de migrar.
Por lo menos de 3 a 5 escala las salidas en el Hospital Universitario, donde cada trabajador de salud consultado reveló sus ansias por “completar los trámites para salir de Venezuela”, tal como pronunció una mujer de 35 años.
El Hospital Dr. Adolfo Pons no escapa de este escenario. Las especialidades están quedando vacías, aseguró una estudiante de quinto año de Medicina, que contó con preocupación que “ningún médico está quedando en el Pons, ni odontólogos, ni anestesiólogos, traumatólogos o internistas, todos se van”.
“Para los estudiantes es difícil es tener una sólida formación si de quienes nos podemos nutrir se están yendo del país. Una profesora nos dijo en estos días que se iría del país también, es un caos”, indicó la
joven.
El sector privado de salud corre el mismo riesgo de quedarse sin suficientes profesionales.
En el Hospital Clínico de Maracaibo, “desde noviembre migraron unos 20 médicos, entre personal antiguo y nuevo ingreso. Ya en emergencia no hay médicos, en pabellón están sacando personal de allí para reubicarlo.
Se van a diario y no entran reemplazos”, apuntó un especialista de terapias respiratorias, quien aseguró que hace dos años comenzó la “huida” del personal y en los últimos 2 meses aumentó.
Además, estimó que un 40% del gremio se ha retirado del hospital en el último año y que las renuncias se han incrementado en enero un 20%.
Situación que lleva a que “casi no estén funcionando los pisos por falta de personal”.
El caso de las enfermeras, según dijo, se agudiza. “Se han ido 18 enfermeras desde diciembre, la mayoría emigra a Colombia”, puntualizó.
Caso similar se vive en la Clínica Paraíso. Así lo expuso, a modo de confesión, un gastroenterólogo. “Hay un déficit de enfermeras, las unidades de UCI están cerradas.
Hemos cerrado ya 3 alas en diversas áreas, y hay unas en que apenas contamos con unas escasas tres para atender 20 camas”, indicó.
“Las instrumentistas e intensivistas están sumamente difíciles de hallar”, continuó, y dijo que los médicos han emprendido rumbo propio también.
“No sólo aquí, sino en otras clínicas, la gente se está yendo. ¿Quién se queda para reemplaza a los que nos quedamos?”, dijo.
El médico aseguró que la calidad de atención al paciente y de los hospitales y clínicas ha desmejorado considerablemente, y seguirá así de no poder detener el peregrinaje hacia otros países.
“Hubo una semana en que contamos 27 renuncias de trabajadores de salud”, informó y apuntó que cada vez más sube el número de renuncias por día.
Las cartas que explican el cese de labores de los médicos se han multiplicado en el último trimestre del 2017 cerrando con 200 renuncias, explicó Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos del Zulia, quien aseguró que “todas las áreas de los hospitales están quedando desprovistas de personal”.
“Unas 8 solicitudes por día se reciben en los hospitales y clínicas. Especialistas de diversas ramas, todas por igual, es difícil de decir cuál es más crítica”, dijo Parra, y resaltó que “hay que trazar una reunión urgente con la autoridad de Salud para confrontarlo”.
Estimó que la diáspora se pronuncia un 30% en especialistas con trayectoria y en un 20% de recién egresados.
Desde diciembre del año pasado, por lo menos 560 enfermeras han dejado sus puestos de trabajo de diciembre de 2017 a enero de 2018, número del que unas 160 se desempeñaban en el Hospital Universitario, apuntó Hanni Salazar, presidenta del Colegio de Enfermeras del Zulia, quien además indicó que la cifra es tan solo un aproximado, ya que a diario las renuncias crecen.
“En los hospitales las guardias se han extendido de 6 a 24 horas por el déficit de trabajadores de salud, e incluso los trabajadores del Seguro Social no gozan de sus 10 días de descanso tras las guardias como los adscritos al Ministerio de Salud, porque no cuentan con suficiente personal”, afirmó Salazar.
La representante del gremio de enfermería, expresó que en el Hospital Central, unas 20 enfermeras han renunciado en lo que va de año y en la Clínica San Rafael unas 16 profesionales.
Por su parte, la secretaria de Salud, Omaira Prieto, informó a este rotativo que, para palear la situación “estamos haciendo mesas de trabajo con universidades, en especial con la Universidad de Ciencias de la Salud, para capacitar enfermeras a corto plazo, más que todo en las áreas de hemoterapia e intensivo en donde tenemos mayor debilidad”.